Chino Novo, censurado tras su donación a la Bienal 00

El artista cubano Reynier Leyva Novo ―también conocido como Chino Novo― ha vuelto a ser noticia. A poco de haber sido foco de atención por la donación que hiciera a la Bienal 00, una obra suya ha sido censurada en la embajada de Noruega en La Habana.

«Hijos del Silencio», es el título de un performance en el que intervendría un coro de 24 sordos cubanos, quienes interpretarían, sobre pistas musicales y en lenguaje de señas, cinco canciones que fueron prohibidas en Cuba en diferentes momentos de las últimas décadas.

Los temas son Secretaria del grupo, de Mocedades; La Fiesta de Blas, de Fórmula V; Revolution, de The Beatles; Cuando me fui de Cuba, que interpreta Celia Cruz ; y Ya viene llegando, de Willy Chirino.

Según dice el portal CiberCuba, el artista había sido invitado por la embajada de Noruega en Cuba y por el estudio Figueroa-Vives a participar en una exposición en el que el tema era justamente la censura.

No obstante, tras la conocida donación de 3800 CUC a la bienal independiente de arte cubano que ha despertado incomodidad en el oficialismo cultural de la isla, la reacción no demoró, la embajadora de Noruega fue llamada al MINREX para comunicarle que la obra había sido prohibida.

Chino Novo indicó que a la embajadora le dijeron “que la ANSOC tenía una queja”, porque el artista estaba “manipulando a los sordos como si no hubiera comunicación posible, como si la discapacidad fuera intelectual y no auditiva”.

Además dijo que desde el principio no tuvo una respuesta positiva de la ANSOC, y que en uno de los ensayos estaba presente hasta el director nacional de esa Asociación.

A partir de ahí, los funcionarios de la ANSOC no se detuvieron y comenzaron a visitar personalmente a algunos de sus miembros que participaban en el performance con el fin de intimidarlos.

Según su presidente el performance manipulaba a los sordos «porque eso no era arte, era política”. Dijeron además que Chino Novo estaba «haciendo eso porque ellos eran débiles mentales”, refiriéndose a los coristas.

Pero poco después, el detonante de la censura definitiva fue la citada donación económica al evento de arte independiente, que organizan un grupo de artistas en la Isla.

“Yo siempre pensando: Esta es la embajada de Noruega, un espacio democrático y de libertad, todo va a estar bien. Ellos han hecho otros proyectos más frontales, mucho más de un coro de sordos. Yo me dije esto se va a hacer”, declaraciones de Leyva citadas por Cubanet.

En menos de dos días trataron de arreglar la situación: el artista se reunió con la embajadora y ella intentó localizar a los funcionarios de la organización, pero el mismo día de la exposición, con tarima, audio y luces montadas, lo censuraron.

“Creo que ellos cogieron miedo con todo eso”, opina Novo, refiriéndose tanto a la embajadora de Noruega como a la galerista Cristina Vives.

“Luis Manuel (Otero Alcántara, organizador de la Bienal #00) es como el diablo ahora mismo y mi postura con respecto a la Bienal es pública, es de total apoyo porque es una idea que se ha malinterpretado de todas las maneras posibles», concluyó.

FUENTE CiberCuba