Comentarista deportiva Julita Osendi confiesa que ha sido ignorada y tirada al olvido

La periodista fue la primera mujer comentarista deportiva en Cuba. (Foto: Julia Osendi-Facebook)

Tras ser durante años una de las voces más conocidas en la locución cubana, la periodista Julia Osendi Díaz, ha confesado en una reciente entrevista a medios de prensa que, al igual que tantos otros, ha quedado relegada al olvido por parte del régimen castrista.

La reportera trabajó durante décadas al servicio del sistema informativo antillano y fue la primera mujer comentarista deportiva en la Isla.

Como parte de su carrera, cubrió seis Olimpiadas, decenas de campeonatos mundiales de atletismo, béisbol, baloncesto y realizó más de cincuenta documentales hasta su jubilación en el 2014, fecha en que, poco a poco, la irían “desapareciendo” de los espacios televisivos.

Según declaró al medio Alas Tensas, una revista cubana sobre temas de género y feminismo, Julita, como la conoce el pueblo, explicó que ha sido “desestimada en todos los sentidos” y que ya “no cuentan con ella para nada”.

Entre los “desplantes” que ha sufrido la periodista, relata que no la invitaron al juego de béisbol que tuvo lugar en el Estadio Latino cuando el presidente Barack Obama visitó el país, así como tampoco la incluyen en actividades que realizan para las mujeres que trabajan en el medio.

Igualmente, asegura que su nombre no puede ser mencionado “en el Noticiero Deportivo, del cual soy más que fundadora. Es una subestimación total hacia mi persona”, se lamentó la reportera.

“Yo le he dado la vida al deporte cubano y al deportista cubano. Trabajaba como una yegua”, dijo en buen cubano la antillana.

Paralelamente, explica que agradece que esto le pasara, porque de esta forma pudo comprender “la dimensión exacta de lo que valen ellos”, en referencia a quienes dirigen no solo los medios de prensa, sino también el deporte y el país.

Y es que, según detalla el medio independiente, cuando se fue a jubilar y debido a su amplia experiencia, Osendi pidió que le dejaran al menos seguir formando parte de la plantilla del Noticiero Deportivo, espacio que en ese entonces no contaba con mucho personal y para poder completar su escasa chequera de jubilada.

Sin embargo, “han llamado a cualquiera que se retire o han dejado a cualquiera que se ha retirado y, sin embargo, a mí no”, se lamenta Julita.

“Es un aislamiento total. No me mencionan. Antes me felicitaban por la televisión, en mis cumpleaños, en los juegos de pelota, en el deporte que estuviera al aire… Nada. Como si yo me hubiera muerto”.

Así mismo, agradece el cariño de la gente que siempre reconoció y valoró su trabajo, “El pueblo es el que me ha permitido sentirme persona. Porque si es por los dirigentes del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) yo no soy una persona, soy un trasto que se utilizó cuando era nuevo y que se echó a un lado, deteriorado, por viejo”.

El caso de la reportera no es único. Varios deportistas han denunciado, a través de las redes sociales, cómo el gobierno cubano, después de cubrirse de gloria y dinero con sus victorias, ahora los mantiene apartados, muchas veces enfermos y solos.