¿Pudo evitarse lo sucedido en el hotel Saratoga? Factores que desencadenan una explosión de gas

Estado del hotel Saratoga luego de la explosión. (Foto: Patrick Oppmann-Twitter)

En horas de la mañana de este 6 de mayo del 2022 se produjo una explosión en el hotel Saratoga, ubicado en el Paseo del Prado y la calle Dragones en la Habana Vieja, y según las autoridades, se debió a un accidente tras el escape de gas licuado.

Hasta el momento se reportan nueve muertos, 40 heridos y cerca de 13 desaparecidos. La magnitud de los daños es descomunal no solo en la instalación hotelera, sino en zonas aledañas como la iglesia bautista El Calvario y el teatro Martí.

Pero, ¿cómo fue posible tanta destrucción? ¿Cómo ocurre una explosión de gas? ¿Existen sensores para evitarlo?

El gas es un combustible con un gran poder calorífico, por lo cual es utilizado desde hace décadas por el hombre como una fuente de energía, ya sea para la cocción de alimentos, agua o para generar electricidad.

Sin embargo, esas virtudes tienen un gran inconveniente: su facilidad para provocar explosiones, incendios e intoxicaciones.

Entre las características del gas licuado destaca que no es visible a simple vista y tiende a ocupar todo el volumen del espacio donde pueda expandirse. Por lo tanto, cuando hay una fuga, el gas va propagándose por todo el lugar.

En el caso del gas a base de propano o butano, este es más denso que el aire y se acumula en el suelo. Mientras, los menos pesados que el aire (metano) tienden a acumularse en el techo.

Dada estas características, las normas de protección internacionales indican que los depósitos de gas propano o butano no pueden ubicarse en los sótanos de las edificaciones. Además, deben instalarse sensores de gas en zonas próximas al suelo (donde se acumula con mayor facilidad), para que avisen cuando ocurra una fuga.

Para determinar cuándo se va a producir una explosión, es importante tener en cuenta cuál es la concentración de gas en el aire. Los manuales técnicos señalan que hay un Límite Inferior de Inflamabilidad (LII).

La explosión se producirá si la nube contiene un porcentaje superior al LII y contacta con un foco de ignición que le proporcione una energía mínima de activación. Esto puede ser una chispa producto de una fosforera, un cigarro o el simple accionamiento de un interruptor.

Cuando las circunstancias se dan, el gas se expande de tal manera que busca todos los huecos para salir de la recámara donde está contenido. Estos pueden ser puertas y ventanas, pero cuando no es suficiente, la onda expansiva derriba muros y paredes.

La sustitución de todo el oxígeno en el aire por el gas inflamable es lo que explica la ausencia de fuego en las explosiones con gas.

Hasta el momento, se desconoce por qué los sensores de fuga de gas no se activaron para dar la alarma de la alta concentración del energético o si, lo que es peor, la instalación hotelera no contaba con ese dispositivo.