Con 82 años, anciana cubana logra cruzar el río Bravo y llega a Estados Unidos

La anciana junto a su nieta. (Foto: Renata Di Gregorio – Twitter)

Cubanos de cualquier edad, condiciones físicas o sociales se lanzan día tras día en busca de la ruta hacia el “sueño americano”; a veces, a riesgo de sus propias vidas. Y es que los peligros que enfrentan en estos viajes no detienen a los miles que, como esta abuela de 82 años, intentan cruzar la frontera que separa a México de Estados Unidos.

Esa es la historia que relata Heidys Sancho sobre su abuela, una anciana que sobrepasa las ocho décadas de vida y tuvo que pasar por cuatro países antes de establecerse en la nación norteña. “Puso su vida en riesgo. Salió de su tierra, cruzó por otros cuatro y un río, solo para ser libre, solo para tener algunos derechos”, destacó el sitio First Coast News.

Dada la persecución sufrida por la octogenaria abuela y su madre por parte de las autoridades del régimen cubano, Heidys contó que la decisión llegó tras participar esta última en las protestas que se realizaron en la ciudad de Jacksonville, Florida, con motivo del primer aniversario del 11 de julio.

A pesar de la férrea vigilancia y el despliegue militar aplicado por el gobierno de La Habana durante esos días, la comunidad cubana en el exilio recordó la efeméride del 11J con protestas y manifestaciones en varias ciudades del mundo, para exigir la libertad de los presos políticos.

Sin importar limitaciones físicas, “achaques” propios de la edad, lo extenso del viaje o el hecho de cruzar un peligroso paso fluvial como lo es el Río Bravo, la señora llegó a territorio americano, tras vender todos los bienes familiares en la Isla para cubrir los gastos del trayecto.

Now on #GMJ

Heidys Sancho says after she protested in @CityofJax for freedom in #Cuba, her family in Cuba was retaliated against.

Her mother and 82-year-old grandmother fled the country. @FCN2go pic.twitter.com/El6SJc4CGR

— Renata Di Gregorio (@RenataFCNews) July 26, 2022

Esta no es la única historia conmovedora de cubanos que emprenden la peligrosa ruta en adversas condiciones físicas. A principios de este mes de julio, trascendió la llegada de un joven con discapacidad motora, de 32 años. El hecho de contar solo con una pierna dificultó la travesía, pero ni eso lo detuvo en su empeño de alcanzar su sueño de libertad.

Sobre ello, el reportero Javier Díaz, de la cadena Univisión, dijo que “este joven realizó el viaje con una discapacidad en su pierna izquierda y celebró por vez primera el 4 de julio”.

Al igual que estos dos casos, conmovedoras historias se suceden cada día en un pueblo que emigra, huyendo, sobre todo, de la aguda crisis económica que ahoga al país.

En los últimos meses, la Mayor de las Antillas ha sufrido la más grande crisis migratoria desde el éxodo del Mariel, en los años 80, cuando miles de personas se lanzaron al mar rumbo norte. Luego de la aplicación del libre visado de Nicaragua, más de un cuarto de millón de cubanos han arribado a EEUU.