El costo de la canasta básica para cada cubano es de 22 dólares al mes

El castrismo reconoce que desde hace dos años no se entregan pastas ni fósforos por la libreta. (Foto © Periódico Cubano)

Según cifras oficiales reveladas por Miguel Díaz-Canel, el país gasta 230 millones de dólares al mes para importar los alimentos que luego se distribuyen por la libreta de racionamiento como parte de la canasta básica familiar normada.

Teniendo en cuenta el reciente y continuo éxodo masivo de cubanos, se puede estimar que la población actual (a abril de 2024) de Cuba es de alrededor de 10.5 millones de habitantes. Por lo tanto, los productos que llegan a las bodegas cubanas de forma racionada tienen un costo aproximado de solo 22 dólares al mes.

Actualmente, “los mandados” de un mes cuestan 180 pesos cubanos (CUP), pero además de que las cantidades teóricas que se deberían entregar no alcanzan, el propio gobierno comunista ha reconocido que desde hace años la lista de productos viene menguando.

Para el Estado, cuyo sistema contable opera con la tasa de 24 CUP por cada dólar, esos 22 dólares al mes se convierten en 528 CUP, mientras que en la tasa de cambio en el mercado informal equivaldrían a cerca de siete mil pesos.

La ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, informó que desde hace dos años no se entregan pastas ni fósforos. Hay productos que tienen distribución crítica como el café, el aceite, los productos cárnicos y el huevo.

La afectación se extiende a la distribución de arroz, frijoles, azúcar y sal, evidenciando un panorama complejo donde factores como la producción limitada, problemas logísticos y restricciones financieras interrumpen la cadena de suministro, de la cual se encarga el Estado de forma monopólica.

Una crítica fundamental al modelo económico comunista, en el contexto de Cuba, se centra en su elevada dependencia de las importaciones para satisfacer las necesidades básicas de alimentación de su población. La mención de que la Mayor de las Antillas necesita asegurar 230 millones de dólares mensualmente para la importación de alimentos necesarios resalta una vulnerabilidad significativa del sistema: su insuficiente capacidad de producción interna para garantizar la autosuficiencia alimentaria.

Esta dependencia no solo expone al país a fluctuaciones en los mercados internacionales, sino que también cuestiona la viabilidad de la soberanía alimentaria bajo un régimen comunista que prioriza la planificación centralizada sobre la iniciativa privada y la diversificación económica.

Históricamente, el comunismo no ha logrado demostrar prosperidad y sostenibilidad económica en ninguna parte del mundo, sin incurrir en considerables restricciones a la libertad individual y económica.

La falta de diversificación económica, la restricción a la iniciativa privada y al mercado, y la ineficiencia en la producción agrícola, son factores críticos que limitan la capacidad de Cuba para lograr la autosuficiencia y la soberanía alimentaria. El manido argumento del embargo por parte de Estados Unidos es algo que ya muy pocos creen, sobre todo luego de cada mes Cuba gasta millones de dólares en alimentos y medicinas en el país norteño.