MUNDO
Crece polémica sobre el traslado de murales gigantes de Pablo Picasso
Los críticos dicen que la estructura de hormigón brutalista de 50 años es fea y merece ser derribada
Noruega comenzó a derribar el lunes un edificio icónico que estaba adornado con murales gigantes de Pablo Picasso como parte de los esfuerzos para reconstruir la sede del gobierno, después de un mortal atentado con bomba de extrema derecha.
El edificio de oficinas “Bloque Y” de Oslo, con un dibujo de Picasso en una sección de la fachada de 250 toneladas, será reemplazado por una alternativa moderna y más segura, según lo dio a conocer el gobierno.
La demolición -que se realiza tras siete años de protestas, recursos y demandas judiciales- ha dividido fuertemente a la opinión pública: los críticos dicen que la estructura de hormigón brutalista de 50 años es fea y merece ser derribada, mientras que sus admiradores piden protección y conservación.
Lo cierto del caso es que Picasso colaboró con el escultor noruego Carl Nesjar, quien convirtió los diseños del artista español en grandes obras de hormigón en Nueva York, Barcelona, Oslo y otras ciudades.