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Crisis de medicamentos: No hay antibióticos ni en el mercado negro
Los medicamentos para el tratamiento de la diabetes están en irregularidad desde hace meses
Como suele suceder en una economía en crisis, la escasez de productos y medicamentos está a la orden del día en Cuba. Luego de una leve mejoría en la disponibilidad de fármacos gracias a un embarque procedente de China, se vuelven a abarrotar las farmacias, pero esta vez no hay ni antibióticos.
“Ya no puedo subir estas escaleras sin ahogarme, casi tengo que vivir confinado y me tengo que buscar la vida porque tampoco me puedo morir de hambre. Llevo dos meses en que tengo crisis de asma un día sí y un día no”, dijo al portal independiente Diario de Cuba el jubilado Luis Jesús.
Otros medicamentos de la familia de analgésicos y antihistamínicos igualmente están desaparecidos y tenerlos es un lujo que solo unos pocos pueden darse.
La forma de conseguir los pocos que reparten en las entregas semanales en algunas farmacias de las cabeceras municipales son madrugando desde la noche anterior en las afueras de las farmacias o pagarlos a sobreprecio. Con este último caso lucran médicos que expenden las recetas y los farmacéuticos que son a fin de cuentas los que controlan la venta.
Caso especial merecen los enfermos de diabetes que según el Anuario Estadístico de Salud de 2018, un ocho por ciento de la población cubana la padece y los fármacos para controlarla están en falta. A pesar de ser una enfermedad crónica e incurable cada seis meses los enfermos deben acudir a las instalaciones del médico de la familia para que le renueve el plan de medicamentos y allí hay otra fuente de corrupción.
Por ejemplo, la Metformina como la Glibenclamina llevan “meses sin disponibilidad regular” y los pacientes deben renovar su tarjetón sin haberlo utilizado por primera vez.
“Ni siquiera puedes encontrarla en el mercado negro. Eso significa que, por una parte, los medicamentos que se producen el país no se están produciendo y, por otra, que los que se importan no están entrando al país. Nada de esto se le explica a la población”, comentó la administradora de una farmacia que pidió el anonimato.