Crónica sobre el apagón escrita por una madre cubana se viraliza en las redes sociales

Una crónica sobre el apagón, escrita por una madre cubana, se ha viralizado en redes sociales por su fuerte carga emotiva y el profundo mensaje que encierra sobre la realidad actual en la Isla.

Desde su perfil en Facebook y con el título ‘Crónica de un apagón anunciado’, la usuaria identificada como Dailin Carracedo Velázquez ha compartido su historia personal y familiar, que es la de innumerables cubanos que diariamente deben convivir y sufrir largas horas sin electricidad.

«Ya sabíamos que nos tocaba el apagón difícil, ese de 1 am a 6 am. La madrugada completa sería un calvario, como lo es siempre que toca a esta hora. Durante el día no nos concentramos pensando: hoy nos toca por la madrugada, en los pasillos de trabajo nos decimos: hoy nos toca por la madrugada. De buró a buró nos miramos: hoy nos toca por la madrugada», relata la licenciada en Historia de Arte y residente en la provincia Las Tunas.

En su texto, va hilvanando la experiencia de su madrugada en desvelo, abanicando a su hija, escuchando a través de las ventanas abiertas hasta los ronquidos de un vecino que producto del insoportable calor ha salido a dormir en su portal.

Justo en medio de ese escenario agobiante, se pregunta: «¿Qué escribiera el Gabo en tantas madrugadas de insomnio obligado? ¿Mercedes le acomodara la vida para que ocupe el desvelo en las letras?».

Y así va imaginando hasta tener una entrevista con Virgilio Piñera, suponiendo qué pensaba este tras «aquel criterio un poco lapidario: ‘Tengo Miedo’, allá por aquellos años también difíciles».

Dailin Carracedo Velázquez es capaz de resumir en su crónica el sentir de miles de madres cubana actualmente. (Collage: Dailin Carracedo Velázquez- Facebook)

Miseria: la historia de nunca acabar en Cuba

Mientras se lee cada fragmento o palabra, junto a su autora, parece que nos remontamos a esos años en que nuestras madres y abuelas nos abanicaron a nosotros también.

«Aunque realmente tengo 32 años. Ya me abanicaron así, mi leche (cuando tenía) también se cortó en un refrigerador desprovisto. La marca del Período Especial de los 90′ está en mi frente: una cicatriz de 2 puntos después de resbalar con mis ‘chupamiaos’. Mi mamá tenía que caminar kilómetros para llegar a la casa después de pasar horas en una parada sin esperanza de un transporte. Pensé que mis hijos no atravesarían esta desagradable experiencia. Pero aquí estoy, abanicando a Ema que me pide cosas que no puedo darle: yogur, gelatina, zarzamoras y un pan que no se le desbarate antes de llegar a la boca», dice esta madre cubana.

Luego, regresa su mente a la extenuante batalla contra la oscuridad y escucha a su pequeña quejarse desde su inocencia y pedir adormilada: «Mami por favor, dile que pongan la corriente.»

Cualquiera en su caso, y tal como fantasea, se volvería Daenerys la Madre de los Dragones y, de poder, «con el pecho apretado me lanzo la trenza a la espalda y me subo de un salto al único dragón vivo que me queda y salgo volando no sé si al Norte, pero cuando llegue a ese Trono, todo será reducido a cenizas… antes de las 6 de la mañana», concluye.

Los apagones que sufre el pueblo por el «déficit de generación eléctrica» en Cuba, golpean con mayor fuerza en la región oriental, donde a diferencia de La Habana, se extienden hasta 14 horas o más.