Denuncian corrupción y favoritismo en la distribución de los cigarros en la tienda ‘Isla de Cuba’

Ante la escasez de productos básicos, las colas son enormes en cada establecimiento. (Captura de pantalla © Yaima Echeverría – YouTube)

En la tienda La Isla de Cuba, dedicada al expendio de productos en Moneda Libremente Convertible (MLC), proliferan prácticas de corrupción y favoritismo, según denunció a esta redacción un lector de Periódico Cubano.

De acuerdo con el testimonio de la fuente, que pidió mantener el anonimato por miedo a represalias, los empleados de la tienda y ciertos individuos vinculados al gobierno manipulan la distribución de cigarrillos, un bien altamente demandado por su profunda escasez en Cuba, para beneficiarse ellos mismos, dejando a muchos consumidores regulares sin acceso.

El denunciante, que ha permanecido en largas colas, alega que la gerencia de la tienda y personal gubernamental asociado han priorizado injustamente a sus conocidos y a sí mismos en la asignación de productos. Los ciudadanos encolerizados han levantado su voz contra prácticas corruptas en la tienda, pero nada se resuelve, pues reina la impunidad.

La situación ha generado un clima de frustración y desesperanza entre los habitantes, quienes se sienten impotentes ante lo que describen como un claro abuso de autoridad y falta de ética. Ante la desidia de las autoridades, el lector de Periódico Cubano decidió hacer visible su queja en las páginas de nuestro medio.

El llamado público es a que las autoridades intervengan y rectifiquen este comportamiento. No solo se reclama una distribución equitativa de los bienes, sino también un trato digno y respetuoso por parte de quienes gestionan estos servicios. La falta de acción podría desencadenar un descontento mayor, afectando la confianza en las instituciones y generar protestas masivas.

Las acusaciones, que incluyen el presunto acto de revender cigarrillos dentro de la misma tienda y maltratos verbales a quienes se atreven a reclamar, ponen de manifiesto la urgente necesidad de transparencia y justicia.

El denunciante explica a Periódico Cubano que por temor a represalias no se atrevió a tomar constancia documental, es decir, fotografías y videos, de los momentos donde empieza la distribución de cigarros en La Isla de Cuba.