Denuncian pésimas condiciones de una unidad de Servicio Militar en Cuba

Jóvenes en el Servicio Militar en Jiguaní tienen pésimas condiciones de vida. (Captura de pantalla: Canal Caribe-YouTube)

El periodista Alberto Arego recibió una denuncia alarmante esta semana sobre las condiciones precarias en las que se encuentran los jóvenes que realizan el Servicio Militar Activo, de carácter obligatorio en el país, en una unidad militar de Jiguaní, en la provincia Granma.

La información llegó de manera anónima por parte de una cubana que visitó recientemente a su pareja en dicho sitio. Según su testimonio, las condiciones en la unidad militar son extremadamente preocupantes y dignas de atención.

“El pasado domingo fui a visitar a mi pareja en ese lugar y lo primero que noté es que ni siquiera tienen un lugar decente para que puedan almorzar y comer las cosas que allí se les llevó”, afirmó. Además, mencionó que los jóvenes llevan la misma ropa desde el día de su llegada, y los uniformes “parece que le han echado almidón, huelen mal”.

La fuente también expresó su preocupación por la situación alimentaria de los reclutas que están en la previa, describiendo que están pasando hambre. Asimismo, se quejó de que no se les permite utilizar los inodoros y que se encuentran completamente incomunicados debido a la falta de funcionamiento de los teléfonos disponibles en la unidad, “en espera de respuesta por parte de ETECSA. No pueden llevar teléfonos móviles”.

Adicionalmente, la persona informó que se suspendió el permiso de pase a todos los muchachos, por la fuga de dos jóvenes de la unidad militar.

Una vez más el Servicio Militar Activo vuelve a ser motivo de denuncias. La mala situación que atraviesan los reclutas dentro de las instalaciones, la presión a la que se ven sometidos, ha llevado, incluso, a que algunos decidan quitarse la vida.

El post de Arego fue comentado por varias personas, que abordaron también problemas en otras unidades de la Isla, y que dejaron su inconformidad con esta actividad obligatoria en Cuba.

“En una unidad de Las Tunas no tienen agua, por tanto, imagínese lo otro”, escribió Sandra Rodríguez. Por otra parte, opinaron: “Con estas cosas lo único que ganan estos miserables es que ningún joven sienta algo bueno por ese gobierno, al contrario, lo único que se ganan es el desprecio de ellos y de sus padres y familiares, porque pocos serán los que quieran pertenecer a algo que convierte sus vidas en una pesadilla”.

Lo peor de todo es que los jóvenes que son obligados a asistir a la vida militar pueden ser sometidos hasta cinco años de cárcel si abandonan definitivamente la unidad donde estén en servicio.