Destilería Habana: una de las posibles nuevas catástrofes industriales de Cuba

Los 12 tanques de la industria habanera están de forma contigua, sin las medidas de seguridad. (Foto: Google Maps)

La opinión pública cubana y mundial ha quedado conmocionada por el desastre humano, ecológico y económico del incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas, pero en todo el país proliferan industrias que por falta de mantenimiento y atención a los protocolos de seguridad son bombas de tiempo que podrían convertirse en la próxima catástrofe de Cuba.

De acuerdo con el testimonio de un seguidor de las redes sociales del influencer Manuel Milanés, en la Destilería Habana, ubicada en la barriada de Lawton en Diez de octubre, no hay sistemas de protección contra incendio y los depósitos de alcohol corren peligro de sufrir una reacción en cadena tal y como sucedió en Matanzas.

En la fábrica, que en sus alrededores tiene gran cantidad de viviendas pertenecientes al mencionado municipio, el más poblado de la capital cubana, hay 12 tanques que se utilizan para la recepción de materias primas y el almacenamiento del producto terminado.

“Sus condiciones son deplorables y no guardan la distancia adecuada. En total son siete tanques de gran capacidad, destinados al almacenamiento de la materia prima (el alcohol de caña). Además, existen otros cinco depósitos para el producto terminado”, cuenta el trabajador que dice tener más de 15 años como obrero del lugar.

En la industria habanera, que fue expropiada a sus dueños por Fidel Castro en los inicios de la década de 1960, nunca ha existido una red contra incendio, como establece la ley, las normas y protocolos internacionales para ese tipo de instalación; máxime cuando se encuentra rodeada de grandes núcleos poblacionales.

La Destilería Habana está ubicada dentro de grandes grupos poblacionales. (Foto: Google Maps)

Todos los años se pide el presupuesto para implementar mayor seguridad en la Destilería Habana, pero nunca llega a concretarse el proyecto.

Los dirigentes comunistas suelen culpar al “bloqueo” de Estados Unidos, por la falta de recursos financieros, pero resulta que esa misma destilería aporta ganancias de hasta cinco millones de pesos al año. Sin embargo, ni un solo centavo es reinvertido en el sistema de seguridad.

La fuente insiste en que no existe ningún tipo de medida de seguridad real y funcional. Por lo tanto, si ocurre algún fuego accidental se expedirían sin control. El resultado presumible serían miles de afectados entre los trabajadores y los vecinos de los alrededores, cuya ubicación de las viviendas está en una de las zonas más densamente pobladas de La Habana.

La industria ronera fue fundada en 1945, pero tras la nacionalización fue renombrada como Destilería Habana, pasando a formar parte del extinto Ministerio del Azúcar (Minaz), en la actualidad Grupo Azucarero (AzCuba).