NOTICIAS DE CUBA
Detienen a dos hombres por comprar 50 paquetes de perro caliente en Cuba
En Cuba el problema no es la escasez de comida y productos, sino querer comer y suplir las necesidades básicas
El problema de escasez imperante en Cuba ha obligado a varias personas a tratar de adquirir la mayor cantidad de productos posible a fin de garantizar la alimentación de sus familias y ante el temor de que más adelante les resulte imposible.
Esto, precisamente, ha devenido en inconvenientes violentos como el ocurrido en días recientes a dos cubanos que fueron detenidos por la policía después de comprar en la misma tienda más 50 paquetes de perro caliente entre los dos.
Según dijeron testigos al portal independiente 14 y Medio, el hecho tuvo lugar en el supermercado Carlos III de La Habana. “Se los llevaron para la estación de policía, les pusieron una multa y les confiscaron la mercancía”, declaró un trabajador del establecimiento.
Después de este incidente, la dirección del supermercado organizó una junta con los empleados en la que los jefes señalaron “que ahora los trabajadores tenemos que velar más porque eso no suceda”.
“La policía está controlando las colas para entrar a la carnicería y evitando que una misma persona marque varias veces… Ha aumentado mucho en los últimos días la demanda de productos enlatados porque la gente tiene miedo de que vuelva el Período Especial”, añadió el empleado.
Ante el déficit de comida en la Isla, el régimen cubano -lejos de aportar soluciones al problema generado por su propia ineficiencia- ha buscado limitar las posibilidades de compra de alimentos y productos implementando “medidas de control” que, además de humillantes, se están tornando cada vez más extremas.
La misma fuente también contó cómo personas acuden con niños, intentando adquirir a través de ellos mayor cantidad de comida y amplió: “Solo estamos despachando productos cárnicos a los adultos para evitar que alguien traiga un círculo infantil aquí y se lleve mucho de una misma mercancía”.
Las autoridades del país justifican estas acciones alegando que este tipo de compradores son “acaparadores”, y que se trata de un delito que de acuerdo al código penal amerita castigo con multas y la cárcel.
Según la ley, el acaparamiento consiste en la adquisición de “mercancías u otros objetos con el propósito de revenderlos para obtener lucro o ganancia”. También se considera un delito de esta índole al retener “mercancías o productos en cantidades evidente e injustificadamente superiores a las requeridas para sus necesidades normales”.
Indudablemente, el asociar las acciones de la mayoría de los cubanos con este delito es un inmenso absurdo y, como lo señala el abogado Miguel Iturria, carece de lógica el hecho de que “el ordenamiento jurídico penal entre a cuestionar el número de bienes o mercancías que puede tener una persona, así como qué se entiende por necesidades normales de alguien”.
De igual manera, Iturriaga señala que este argumento pone en tela de juicio la posibilidad de autodeterminación de las personas, ya que “ejercer la facultad de disposición que es uno de los requisitos del derecho de propiedad”.
Otra caso es el de un ciudadano de Alquízar que el pasado fin de semana se dirigió hasta La Habana para intentar hacer compras y recibió una multa de 200 CUP por haber adquirido 10 paquetes de detergente.
Ante esta injusticia, el hombre exclamó con indignación: “En mi pueblo ya no se consigue detergente, así que vine a comprar para llevar a mi madre y a mis hermanas pero en el tren me revisó la policía y me quitó la mercancía… Les expliqué que era para consumo familiar y que yo no iba a revender nada pero no me creyeron”.
Finalmente, el hombre que simplemente se identificó como “Ronald”, en medio de su frustración e impotencia formuló una pregunta, que seguramente se han de hacer muchos en Cuba: “¿Qué cantidad es mucho para una persona? ¿Cómo saben ellos que diez paquetes de detergente es acaparamiento?”.
Es lamentable lo que nuestra gente debe vivir para poder satisfacer sus necesidades básicas, cada día son más las limitaciones, las humillaciones y persecuciones; situación que afecta a todos en la Isla, a excepción de los que tienen el poder, esos si es verdad que ni hacen colas, ni reciben multas y comen bien.
John
20 mayo, 2019 - 11:27 PM at 11:27 PM
Son unos descarados, primera vez en mi vida oigo que es un delito comprar la cantidad que uno quiera. Una escusa mas para quitarle la mercancía y ellos mismo revender la. Eso sí, te dejan comprar toda la cerveza y Ron que quieras y quieren controlar la comida. Communist @ssholes