Académico propone reformas a la economía cubana la cual considera que “no es socialista”

El economista cubano Mauricio De Miranda Parrondo, quien hace unos siete años publicó un texto titulado “Cuba. Hacia una estrategia de desarrollo para los inicios del siglo XXI” junto a un colectivo de autores, igualmente estudiosos de la temática económica expresó que a la fecha la situación en la isla no ha cambiado por lo que hace falta un “mercado regulado y no controlado”.

“La ineficiencia de la excesiva centralización puede ser constatada en la práctica en la historia económica de todos los países que adoptaron el modelo de economías centralmente dirigidas”, comienza refutando Miranda Parrondo.

La recomendación es mirar al continente asiático: “La experiencia de las reformas económicas en China y Vietnam ha demostrado la necesidad de reservar la planificación central para las condiciones macroeconómicas, de forma que pueda funcionar un mercado regulado, pero no controlado por el Estado. Existe una diferencia sustancial entre regular un mercado y controlarlo. Las medidas de control suelen asfixiar la iniciativa y de hecho, terminan restringiendo su actividad”.

El catedrático se queja de la poca efectividad y puesta en práctica de las leyes adoptadas por el propio gobierno: “A pesar de que los ‘Lineamientos de la política económica y social del Partido y la Revolución para el período 2016-2021’ reconocen la necesidad de perfeccionar la actividad de las empresas estatales en la línea de una ‘mayor autonomía, efectividad y competitividad’ se ha avanzado muy poco en esa dirección”.

Quizás el punto culminante de su extenso artículo es cuando afirma que la economía cubana “no es socialista” y echa mano de los clásicos socialistas para demostrarlos: “en la nueva Constitución se deja clara la opción por el predominio de la propiedad estatal sobre las otras formas, pero se reconoce la conveniencia de que la economía combine las diversas formas de propiedad. Esta es una formulación conservadora y debería replantearse”.

“En primer lugar, es un dogma considerar que la economía cubana es “socialista”. En Anti-Dühring, Engels escribió: ‘El proletariado toma en sus manos el poder del Estado y convierte, en primer lugar, los medios de producción en propiedad del Estado. Pero con este mismo acto se destruye a sí mismo como proletariado y destruye toda diferencia y todo antagonismo de clases, y, con ello, el Estado como tal’”.

Miranda Parrondo continúa exponiendo su segundo argumento cuando expresa: “En segundo lugar, es un dogma considerar que la propiedad estatal es ‘social de todo el pueblo’. El pueblo no tiene forma de ejercer un control sobre ‘su propiedad’. Si el supuesto propietario no puede ejercer un control sobre su supuesta propiedad estamos en presencia de un fenómeno de enajenación típico de la ‘ausencia de propiedad’”.

Entre las medidas económicas que se extiende en explicar están:

1. Despliegue de los mercados

• mercados de bienes y servicios
• mercado laboral
• mercado de capitales

2.Creación de un clima institucional adecuado para el desarrollo de los negocios

Para finalizar resume que sus ideas deben ser debatidas en un ambiente “académico y político serio, desprejuiciado y libre”; con el único fin de “propiciar el desarrollo económico y social, el mejoramiento del nivel de vida de la población y la modernización del país”.

Todos esos beneficios esperados por todos solo serán posible si se “rompen dogmas ideológicos y se abren paso a una nueva mentalidad que permita abordar, con creatividad, las medidas necesarias para estos tiempos, con el objetivo de crear las condiciones para el mejoramiento del bienestar de la sociedad”.

Con información de OnCuba