La Fuente Luminosa o el bidet de Paulina: una historia de fraude, corrupción y abandono

Los motivos para el surgimiento de este conjunto estuvieron ligados al crecimiento y expansión de la capital habanera. (Foto © El Eduarpro de la Habana – YouTube)

La Fuente Luminosa ubicada en la rotonda de la Ciudad Deportiva ha sido inmortalizada en la memoria de todos como el Bidet de Paulina. A la creación de este conjunto, en 1945, lo envuelve una historia de fraude y corrupción que gira en torno al que fuera Presidente de la República de Cuba de 1944 a 1948, Ramón Grau San Martín.

Para comenzar, en los terrenos que ocupa hoy la famosa rotonda (las intersecciones de la Avenida 26, Boyeros y Vía Blanca) vivían personas que fueron “indemnizadas” o, en otros casos, los terrenos donde estaban sus parcelas, pertenecientes al conocido reparto Aldecoa, fueron expropiados. Aquí comenzaría la turbulencia en los temas financieros. Nunca se supo cuánto y a quién se le dio la remuneración.

Por otra parte, la idea y la ejecución del diseño la llevó adelante un primo del presidente, el arquitecto e ingeniero José San Martín, el mismo que ocupara el cargo de secretario de Obras Públicas y estuviera al frente del programa urbanístico desarrollado por el Gobierno Auténtico. Todo quedaba en familia.

Los motivos para el surgimiento de este conjunto estuvieron ligados al crecimiento y expansión de la capital habanera, al desarrollo de la industria automotriz y el tráfico de autos que imponían la necesidad de construir nuevas vías de tránsito. De igual manera, con la apertura del Aeropuerto Internacional de Rancho Boyeros, en 1930, urgía una doble vía que permitiera el rápido acceso de ida y vuelta a la ciudad.

Ciertamente, la fuente no resalta por su extraordinaria belleza. Su material principal es la piedra. Está conformada por vasos circulares de diferentes tamaños, atravesados por una columna en cuyo interior se halla el surtidor. Los que han tenido la suerte de verla en funcionamiento y en todo su esplendor, coincidirán en que la combinación de las luces, los colores (rojo, verde, azul y amarillo) y los chorros de agua es lo que la dota de un atractivo diferente. El agua que sale del surtidor, sube y cae, hasta depositarse en la base, un estanque circular.

En sus inicios, se mantenía encendida desde la noche hasta el amanecer y el sistema de bombeo hidráulico y eléctrico era manipulado manualmente desde un lugar cercano, una caseta soterrada.

Ahora, ¿por qué se le conoce como el bidet de Paulina? Esta alusión al baño de Paulina Alsina, viuda del hermano del presidente, viene dada por los alardes que hizo esta señora, quien hacía las veces de Primera Dama de la República, y estuvo vinculada con la inauguración de la fuente.

Las áreas verdes que bordean esta obra hidráulica ornamental, los transeúntes y el ir y venir de los vehículos aportan le aportan gran singularidad. Algunos enamorados escogen este sitio, la base de la fuente, para sentarse y disfrutar del entorno. Es, además, por su privilegiada ubicación, punto de referencia en el momento de dar o indicar una dirección. Para 1958, se inauguró en sus proximidades la Ciudad Deportiva y más adelante se crearon algunos comercios y restaurantes cercanos para complementar el paisaje.

Con la llegada de Fidel al poder, la Fuente Luminosa de la Ciudad Deportiva cayó en un estado preocupante de abandono y deterioro. Este emblemático monumento, que en sus días de gloria atrajo a visitantes con sus espectáculos de agua y luz, comenzó a reflejar la negligencia y la falta de mantenimiento al igual que muchos otros lugares de La Habana. La desatención permitió el vandalismo y la erosión natural mermó su estructura y funcionalidad.