El deporte cubano en crisis: ¿Por qué Cuba perdió su gloria en París 2024?

A Cuba no le fue como se quiso en los Juegos Olímpicos 2024(Foto © Periódico Cubano)

Cuba, una vez la gran potencia latinoamericana en los Juegos Olímpicos, ha visto una caída sostenida en su rendimiento desde 2012.

El punto más bajo se alcanzó en los Juegos Olímpicos de París 2024, donde la delegación cubana obtuvo solo nueve medallas: dos oros, una plata y seis bronces. La situación ha generado preocupación sobre el futuro del deporte en la isla.

Entre los años 1980 y 2008, la representación de la Isla se mantuvo como líder indiscutible en América Latina, logrando 20 o más medallas por edición en varias competiciones. Sin embargo, desde la muerte de Fidel Castro en 2016 y la desvinculación del poder en 2008, el gobierno cubano ha dado menos prioridad al deporte como un factor de identidad nacional.

Según el Doctor en Relaciones Internacionales Erasmo Zarazúa, la falta de inversión y actualización en la estructura deportiva cubana ha contribuido a este descenso.

El experto explica que, aunque Cuba sigue produciendo talentos en disciplinas como el boxeo y el atletismo, estos ya no destacan frente a las nuevas competencias emergentes de otras regiones, como el Caribe y África. En la capital de Francia, varios atletas cubanos representaron a otros países, un fenómeno que ha privado a la isla de medallas adicionales.

De los 21 atletas nacidos en Cuba que compitieron bajo otras banderas, ocho ganaron medallas para sus países adoptivos. Wilfredo León, Melissa Vargas y Yoandy Leal destacaron en voleibol, mientras que Jordan Díaz, Pedro Pichardo y Andy Díaz dominaron el salto triple, ganando oro, plata y bronce, respectivamente, pero representando a España, Portugal e Italia.

El caso más emblemático fue el del boxeador Erislandy Álvarez, quien consiguió el único oro para Cuba en París 2024. Otros boxeadores cubanos que podrían haber contribuido al medallero nacional también compitieron por otros países, como Loren Alfonso para Azerbaiyán y Enmanuel Reyes Pla para España, ambos ganando medallas.

El éxodo de atletas cubanos es una realidad que afecta directamente al rendimiento del país en los Juegos Olímpicos. Zarazúa señala que, en el pasado, los deportistas cubanos veían en el deporte una vía para mejorar su calidad de vida dentro de la isla. Sin embargo, con mejores oportunidades fuera de Cuba, muchos han optado por emigrar y representar a otros países, donde encuentran mejores condiciones y entrenadores más actualizados.

La falta de un relevo generacional en los entrenadores también ha influido negativamente en el rendimiento cubano. Entrenadores de la “vieja escuela”, como Raúl Trujillo, quien fue clave en las cinco medallas de oro consecutivas de Mijaín López, se han retirado, y los nuevos talentos prefieren entrenar fuera de Cuba. Esto ha dejado un vacío en la isla, donde las estructuras deportivas no han evolucionado.

El futuro del deporte cubano parece incierto de cara a Los Ángeles 2028. A menos que el gobierno de Miguel Díaz-Canel muestre un mayor interés por revitalizar el deporte, Cuba podría seguir descendiendo en el medallero olímpico. La migración de atletas y entrenadores a otros países no solo afecta a Cuba, sino que es un fenómeno global que también ha afectado a otros países del antiguo bloque soviético.