El pícher Miguel Neira escapa del equipo Cuba que compite en Nicaragua

La fuga de nacido en Sancti Spíritus representa la número 70 de deportistas cubanos que han abandonado delegaciones o contratos en lo que va del año 2023. (Captura de pantalla: Jit – YouTube)

El joven lanzador zurdo cubano, Miguel Neira, de 19 años, escapó de la concentración del equipo Cuba que viajó a un torneo internacional en Nicaragua, según dio a conocer el periodista Francys Romero.

“Neira salió del hotel en horas del mediodía del miércoles 29 de noviembre previo al juego que escenificará Cuba en contra de Panamá durante el Premundial de la categoría Sub-23”, comentó Romero. El periodista recuerda que el lanzador zurdo fue ubicado como el prospecto No. 3 en el listado que elaboró de los mejores 25 talentos sub-18 durante el 2022.

Precisamente el año pasado, durante el Campeonato Panamericano sub-18, el lanzador protagonizó un juego perfecto contra Perú, con un marcador de 7-0. Durante todo el partido mostró un impresionante control y habilidad, utilizando una recta cercana a las 90 millas, una curva pronunciada y un cambio de bola eficaz. En los siete innings logró 19 ponches.

La fuga de nacido en Sancti Spíritus representa la número 70 de deportistas cubanos que han abandonado delegaciones o contratos en lo que va del año 2023.

Opiniones de los cubanos en redes sociales sobre la deserción del pelotero en medio del evento

Los comentarios en redes sociales sobre el lanzador cubano que abandonó el equipo el día que le tocaba lanzar reflejan opiniones diversas y emociones encontradas. Algunos consideran que, a pesar de su decisión personal, debería haber jugado ese día para no dejar a su equipo en una situación difícil, especialmente en un momento crucial para la clasificación al mundial. Esta perspectiva pone énfasis en la lealtad y el compromiso con el equipo.

Por otro lado, hay quienes apoyan su decisión, argumentando que los atletas deben aprovechar las oportunidades para asegurar su futuro, especialmente en contextos difíciles como el descrito como “isla cárcel”. Esta visión valora la autonomía individual y la búsqueda de mejores oportunidades, incluso si eso implica tomar decisiones difíciles que afectan al equipo.

Finalmente, algunos expresan confianza en que los compañeros de equipo del lanzador entenderán sus razones, sugiriendo que las decisiones personales complejas a menudo son más comprendidas y aceptadas por aquellos que están más cercanos a la situación.