MUNDO
El presidente de Angola pide perdón por masacre que involucró a militares cubanos
Miles de personas fueron asesinadas por un gobierno que recibía apoyo del castrismo
El 27 mayo de 1977, miles de personas fueron asesinadas en una masacre en Angola que contó con la participación de militares cubanos, que se encontraban en ese país como parte de la Operación Carlota.
A 44 años de este genocidio, el presidente del país africano, João Lourenço, pidió disculpas públicas en nombre del Estado, asegurando que en el hecho se dieron casos de ejecuciones sumarias.
“Nos reunimos con las víctimas de los conflictos y los angoleños en general para pedir humildemente, en nombre del Estado angoleño, nuestras disculpas públicas y perdón por el gran mal que fueron las ejecuciones sumarias en ese momento y en esas circunstancias”, declaró el mandatario, según el medio Jornal.
El presidente también reconoció la angustia de las familias de las víctimas por la falta de información en el transcurso de varios años.
Además de las disculpas, el gobierno africano realizó una ceremonia en el Cementerio de Santa Ana, en Luanda, donde hubo una entrega de certificados simbólicos de defunción de las víctimas.
«Haremos todo lo posible para que el mayor número de familias afectadas puedan tener un funeral digno para sus seres queridos, pidiendo desde ahora la comprensión de todos para aquellos casos en los que no sea posible lograr este objetivo», dijo durante la ceremonia.
La masacre ocurrió tras un intento de golpe de Estado encabezado por Nito Alves, exministro del Interior, y varias denuncias por corrupción contra el gobierno de izquierda a cargo de Agostinho Neto, que recibía apoyo del castrismo.
En esa ocasión, el gobierno angoleño dijo que solo hubo 300 víctimas mortales, pero Amnistía Internacional confirmó alrededor de 30.000, mientras otras fuentes aseguraban hasta 90.000 personas ejecutadas. Además, otros miles, la mayoría jóvenes intelectuales y activistas, fueron encarcelados y torturados.
Según un reporte de AP, el izquierdista Neto celebró los hechos como una aplastante victoria contra una “revuelta”. Tras la masacre, anunció la aplicación de medidas drásticas para prevenir más desórdenes y rechazó la presencia de efectivos soviéticos o cubanos.
El general cubano Rafael del Pino, jefe de la agrupación aérea de La Habana en el país africano, declaró a un medio portugués que los efectivos de la Isla desplegaron tanques T-34 como parte del operativo represivo.
La intervención cubana para apoyar a Neto representó un despliegue de 350.000 soldados antillanos entre los años 1975 y 1991. Los reportes señalan la muerte de más de 2.000 de ellos. La operación se llamó Carlota en honor a una esclava que lideró una sublevación de esclavos en Cuba.
