El verdadero “intrusismo profesional” en la cultura de Cuba

El “intrusismo profesional” se refiere, a la participación igual o similar a los artistas naturales en la creación y difusión de sus obras artísticas, de personajes de poca o ninguna formación académica.

De hecho, surgió el Decreto 349 que se refiere a combatir ese “intrusismo profesional”, todo en beneficio de los “creadores auténticos”, por lo que este dictamen sería una amenaza para los intrusos y poco originales que se consideran profesionales sin serlo.

Esto, viene derivado de una serie de cuestionamientos, al parecer ese intrusismo puede referirse a instituciones públicas como es el caso del propio Ministro de Cultura, Alpidio Alonso Grau, que aunque es presentado como poeta y escritor, sus obras son casi desconocidas y poco relevante dentro del arte cubano, de hecho su mismo currículo profesional, revela que es graduado de la Universidad Central de las Villas con el título de Ingeniero Eléctrico.

Derivado de esta serie de cuestionamientos, el cineasta cubano Pavel Giroud, señaló que al propio Ministro de Cultura, se le podría aplicar el 349, esto porque siempre insiste con el combate al “intrusismo” en Cuba.

Dentro del Gobierno isleño, hay otros personajes que podrían también tener el título de “intrusos profesionales”, tal es el caso de Guillermo Solenzal Morales, un viceministro del mismo instituto de cultura, su currículo dice que es graduado de Educación, por lo que se podría llegar a la conclusión que los funcionarios cubanos no demuestran experiencia en sus ramos, y escalan a conseguir los cargos sin tener ningún tipo de “expediente intelectual”.

El Director del sello Arte Cubano, que promueve artes visuales, Jorge Ángel Hernández, exigió a la artista cubana, Sandra Ceballos que le entregará sus títulos del Instituto Superior de Arte y de la Academia San Alejandro, a lo que ella respondió que ni siquiera estudió en el ISA, y que este dato Hernández lo desconocía, pero por el simple hecho de tener un cargo de esta magnitud, debería saber los giros y grados de estudio de los artistas cubanos.

Con estos casos, se llega a la conclusión que los “intrusos profesionales” abundan no solo en los diferentes cargos que fueron designados por el dedo, sino que también en el mundo artístico de Cuba, pues algunos reciben más promoción que otros.

Otro de los casos es el de Antonio Guerrero Rodríguez, uno de los cinco espías que cumplieron condenas de cárcel en Estados Unidos y que La Habana califica como héroes, pero mientras estuvo preso, cosechó éxitos de envidia como “Desde mi altura”, “Poemas confidenciales”, “Vida de Antonio Maceo”, “De amigo a amigo”, “Inseparables”, “Firme y romántico”, “Soledad para mis soledades” y “La verdad me nombra”, entre otras publicaciones y aunque se le entregó en 2015 el premio Rafael Alberti en el Festival Internacional de Poesía de la Habana, su biografía señala que es ingeniero en construcción de autódromos, pero también es calificado como “poeta y pintor” por Radio Rebelde, ¿sería un intruso profesional?.

Con Información de DiarioDeCuba