NOTICIAS DE CUBA
Empresa chino-cubana pretende aumentar la producción de vehículos eléctricos para la exportación
El mercado interno de Cuba no tiene ese poder adquisitivo debido a los bajos salarios que el gobierno comunista paga a los trabajadores
La compañía china Tianjin Dongxing Grupo Industrial y Comercial, en asociación con la empresa estatal Minerva, crearon la empresa Vehículos Eléctricos del Caribe (VEDCA), donde la parte cubana se dedicará al ensamblaje de las producciones. Sin embargo, el negocio, en el que los chinos tienen el 58% de la inversión total gracias a su aporte en tecnología y equipamiento, implica que la mayoría de los vehículos estén destinados a la exportación.
La estrategia contradice el discurso oficial del régimen castrista de cambiar la matriz energética de Cuba, eliminando la dependencia de los combustibles fósiles en la transportación. Desde marzo de 2019 hasta la fecha, VEDCA ha producido 2.500 motocicletas, 1.500 triciclos y 1.000 vehículos infantiles, todos movidos con baterías eléctricas, lo que ha generado ventas por seis millones de dólares.
Según las declaraciones de Julio Óscar Pérez, director de VEDCA, para el 2023 se aspira al despunte definitivo de la empresa, cuya fábrica está ubicada a solo 15 kilómetros al oeste de La Habana. Allí ocupa un área de 9.000 metros cuadrados, donde solo laboran 60 personas.
En ese sentido, la meta es elevar la producción hasta 10.000 motocicletas e igual número de triciclos, además de iniciar el ensamblaje de 500 cuadriciclos y comenzar a incursionar en las bicicletas mecánicas. Con todo ello, el plan es recaudar hasta 35 millones de dólares en ventas.
Evidentemente, el mercado interno no tiene ese poder adquisitivo debido a los bajos salarios que el gobierno comunista paga a los trabajadores. Por lo tanto, la mayoría de la producción estará destinada a la exportación hacia “países del Caribe, Centro y Sudamérica, donde hay una demanda apreciable por la calidad de los vehículos”.
Según revela el directivo a la agencia Xinhua, los especialistas chinos imparten capacitación a los trabajadores cubanos todos los jueves mediante una videoconferencia. Los asiáticos hacen hincapié en la necesidad de mantener un estricto control de la calidad de cada vehículo que sale de las líneas de ensamblaje.
Wei Yunpu, presidente de la compañía china, está satisfecho —de momento— con los resultados y estima que el éxito de VEDCA puede ser un estímulo para otras compañías chinas que deseen invertir en Cuba.
Pese a ese optimismo, es un hecho que Cuba mantiene una enorme deuda financiera con China. La economía isleña atraviesa desde hace décadas por una severa crisis y como resultado se acumulan gran cantidad de deudas, tanto con organismos internacionales como con otros países.
En este contexto, algunas empresas chinas han comenzado a invertir en Cuba, ya sea a través de préstamos o de inversiones directas en proyectos de infraestructura y otros sectores clave. Sin embargo, estas inversiones a menudo están sujetas a condiciones estrictas impuestas por el gobierno cubano, lo que puede limitar su capacidad para generar ganancias.
Analistas señalan que el gobierno chino conoce los riesgos, pero que insiste con sus inversiones en Cuba para contribuir a aumentar la dependencia económica de la Isla hacia el gigante asiático.