Empresa ucraniana Antonov busca rehabilitar flota de Cubana de Aviación

Antonov, el fabricante aeronáutico ucraniano, anunció que tiene planes de recuperar la flota de seis aviones que la estatal Cubana de Aviación deshabilitó por problemas técnicos y de ensamblaje hace más de un año, informó Reuters. 

La compañía ucrania firmó recientemente un convenio con la entidad panameña de arrendamiento financiero South American Aircraft Leasing (SAAL), responsable de la inversión y exportación de las aeronaves hacia la Isla. Con ello se prevé poner, una vez más, en funcionamiento los aviones almacenados en el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana. 

Fallos eléctricos, hidráulicos y mecánicos

Según declaraciones de Antonov, dos An-158 utilizados por Cubana de Aviación para vuelos internos y rutas cortas estarán disponibles en el primer trimestre del próximo año.

Reportes de la agencia de noticias indican que el primer Antonov An-158 llegó a Cuba en abril de 2013, y el sexto —y último— se entregó dos años después, como parte de un proceso de modernización de la flota nacional cuando aún se contaban con aeronaves de fabricación soviética.

En mayo del pasado año, el Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba (IACC)  revocó el certificado de aeronavegabilidad de todas las unidades del modelo, tras identificar fallos eléctricos, hidráulicos y mecánicos, así como, problemas en las computadoras de vuelo y los motores Progress D-436.

A la par, se registraron “grietas” en la cuaderna de fuerza y errores en el diseño y en la fabricación de las estructuras. Todo ello, causó problemas en los sistemas de control y mando de los aviones. 

Cuba no paga

Un acuerdo entre el régimen de la Isla y la empresa ucraniana había sido sellado en abril de 2018, con el objetivo de “reanudar el uso de los aviones An-158 antes de que terminara el año en curso”. Sin embargo, la aerolínea cubana no llegó a efectuar los pagos necesarios para poner en marcha el trabajo. 

Antonov, famoso por la construcción de la aeronave más grande del mundo, el Antonov 225 Mriya, cesó su producción en 2017 debido a la falta de piezas suministradas por empresas rusas, tras la anexión de Crimea.