Empresas estatales no pagan utilidades a los trabajadores y el sindicato no hace nada

Solo se ha beneficiado con el reparto de utilidades a 19 mil 187 trabajadores, lo que representa el 32% del total de la masa laboral. (Foto: Periódico Cubano)

Las empresas estatales en Villa Clara no pagan las utilidades generadas anualmente a los trabajadores y los sistemas de estimulación siguen beneficiando a los funcionarios de oficina en lugar de aquellos que laboral directo a la producción, según publica el diario oficialista Trabajadores.

Dicho diagnóstico fue revelado por Maribis González Lara, miembro del Secretariado provincial de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), quien culpó de estas deficiencias a los líderes sindicales de base.

“Encontramos dificultades con varios temas, ejemplo la estimulación moral y la construcción de viviendas. Además, se sigue aprobando la distribución por el coeficiente de distribución salarial (CPL) y por supuesto el trabajador indirecto gana más que el directo porque tiene mayor salario; ese es un gran problema, una contradicción que tiene que resolver el sindicato”, apuntó González Lara.

Durante el recorrido evaluativo se identificaron que en solo 45 de las 115 empresas que debían repartir utilidades en Villa Clara lo han hecho. Por la misma razón, solo se han beneficiado 19 mil 187 trabajadores, lo que representa el 32% del total de la masa laboral.

“Es preocupante que muchas empresas no cuentan con el reglamento de los destinos referentes a la estimulación moral y material tanto de los trabajadores como de los colectivos, ni con el del fondo para financiar la adquisición, reparación y construcción de las viviendas, por lo que se incumplen los 11 destinos aprobados para el uso de las utilidades”, declaró la funcionaria que se niega a exponer el verdadero problema del sindicato en Cuba.

La CTC en la Isla, que debería estar de parte de los obreros y servir como un contrapeso contra los atropellos que cometen las administraciones de entidades presupuestadas y empresas estatales, en realidad es el brazo que utiliza los dirigentes para controlar a los empleados y encima de ello les cobra una membresía obligatoria cada mes.

Sin embargo, la miembro del secretariado provincial culpó a los dirigentes sindicales de base por el mal trabajo al no presionar para que se cumpla lo legislado en los consejos de dirección.

“El sindicato tiene la responsabilidad de participar en el proceso de aprobación del destino de las utilidades, en el consejo de dirección de las entidades, en las asambleas con los trabajadores e incluir la aprobación y los procedimientos a seguir en el Convenio Colectivo de Trabajo, cuestiones que no siempre se incluyen en los análisis, pero que son de gran importancia para un proceso como este”, sentenció González Lara.