Ofrecen 1.200 carreras universitarias para quienes suspendieron los exámenes de ingreso en Granma

La Universidad de Granma tiene disponibles más de 1.200 plazas de estudios de licenciatura que serán otorgadas a los estudiantes que reprobaron los exámenes de ingreso a la Educación Superior. Todo es parte de una criticada política estatal que pretende ofrecer carreras universitarias incluso a quienes ni se presentaron a las pruebas.

Una vez que se hayan otorgado las carreras a aquellos que sí aprobaron, los jóvenes con menos aptitudes podrán llenar su boleta con 10 opciones, según confirmó Alexey Rodríguez Benítez, secretario general de la Universidad de Granma.

Mediante la cuenta en Twitter de esa institución, se explicó que el orden de prioridades para los suspensos en las pruebas, o que no se presentaron, sería su calificación durante sus estudios preuniversitarios.

El Dr.C. Alexey Rodríguez Benítez, Secretario General de la #UniversidadDGranma informa que más de 1200 carreras se ofertan hoy a los estudiantes suspesos de los exámenes de Ingreso, quienes tendrán la oportunidad de solicitar 10 opciones de acuerdo a sus intereses. pic.twitter.com/AJ5z0iHW87

— Universidad Granma (@Universidad_UDG) March 28, 2022

De acuerdo con el funcionario, la decisión tomada desde las altas esferas del Ministerio de Educación Superior es “una excelente oportunidad para incrementar el desarrollo profesional de Cuba”.

Sin embargo, existen muchas dudas sobre el tiempo de permanencia en la universidad de esos jóvenes que no fueron capaces de aprobar ninguno de los tres exámenes. Muchos usuarios en Twitter opinaron que la situación pudiera ser peor, pues si esos estudiantes finalmente se gradúan aprovechando las mínimas exigencias de la Educación Superior, “¿cuál sería su nivel como profesional?”, preguntó la usuaria Sandra Cuevas.

Por su parte, otros cuestionaron el gasto de recursos en que incurre el país al formar a un profesional que realmente no tiene las condiciones para serlo, y que probablemente fuera más útil como técnico medio.

“Permitir que los estudiantes desaprobados ingresen a las universidades es una burla y deja claro que los exámenes son pura pantomima. Los hubiesen cancelado y listo, se ahorra tiempo, esfuerzo y dinero del estado y la familia”, señaló Lisset Urquiza.

“¿De qué vale que estudien y que se esfuercen? Eso lejos de ayudar, lo que provocará es una masividad que nunca traerá calidad”, valoró otro cubano.

A pocos días del estallido social del pasado 11 de julio, el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel intentó justificar el hartazgo popular, sobre todo el de los jóvenes, por la falta de influencia de la escuela que llevaba meses suspendida por la pandemia de COVID-19.

La universidad siempre ha sido un instrumento del régimen comunista para adoctrinar a los jóvenes, y esa masividad por la cual se apuesta ahora tendría mucho que ver con la estrategia de mantener controlado el pensamiento y la acción de buena parte de la juventud cubana.

Según la consigna del régimen, “la universidad es para los revolucionarios”, por lo tanto, y en teoría, entre más matrícula universitaria exista, más revolucionarios habrá.