Hallan los cadáveres de un militar cubano y su familia en una casa de Santa Clara

Los cuerpos sin vida de un militar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y su familia fueron encontrados dentro de una residencia en Santa Clara, al centro de Cuba. En la escena también se halló muerto al perro de la familia.

La noticia la hizo pública este martes el periodista cubano Juan Juan Almeida en su blog La Voz del Morro, donde detalló que el hecho tuvo lugar dentro de una vivienda ubicada en la Carretera Camajuaní, esquina con la rotonda de la Circunvalación.

De acuerdo con Almeida, la familia, compuesta de tres personas, y el perro, presentaban heridas de bala. El arma homicida era ilegal, y los cuerpos llevaban más de veinte días en estado de descomposición al momento en que la casa fue allanada por la policía.

El militar fue identificado como Coronel Eliecer Pérez Vilchés, de 75 años, que fue encontrado junto a su esposa, Yaquelín Sotolongo Artiles, de 54, y a su hijo, Eliecer Pérez Sotolongo, de 23.

El Coronel formó parte del emporio empresarial Gaviota, pero fue despojado de su cargo debido a una investigación que se estaba llevando a cabo.

“Durante el proceso de investigación en el lugar de los hechos, se encontraron armas ilegales que nunca fueron registradas a su nombre ni a nombre de ninguna institución militar”, reportó Almeida.

Investigaciones preliminares arrojaron que el hijo de la pareja, Eliecér Pérez Sotolongo, podría ser el responsable del asesinato, pues presuntamente padecía de problemas psiquiátricos.

“Había estado ingresado varias veces en el hospital militar por temas de psiquiatría, incluso había causado baja de la Universidad debido a la misma razón”.

Se cree que el hijo del militar tomó un arma y mató a su familia, a la mascota familiar y luego se arrebató la vida. Sin embargo, el blog hace mención a que fuentes policiales aseguran que la investigación “no ha concluido”, pues sigue sin explicar la procedencia de las armas ilegales halladas en la vivienda.

De acuerdo con los vecinos, la familia vivía aislada del resto del mundo, nunca se les veía hablando con nadie.

Los cuerpos fueron encontrados luego de que la CVP de un almacén contiguo a la vivienda se quejara de un olor “raro” que provenía del hogar del militar.