Encuentran restos humanos durante trabajos constructivos en Las Tunas

Se abrió una investigación para establecer la datación, procedencia y si los restos humanos tienen interés criminalístico. (Foto: Yaidel Miguel Rodríguez Castro-Facebook)

Varios huesos humanos fueron encontrados por constructores del municipio Jobabo, en la provincia Las Tunas, mientras excavaban para ampliar un local ubicado en la Plaza Cultural la Punta de esa localidad.

Las autoridades de la región abrieron una investigación para establecer la datación y procedencia de los hallazgos. Un equipo de criminalística del MININT enviado al lugar encontró nuevos restos de óseos tras una exploración superficial en el terreno removido, informó la emisora local Radio Cabaiguán.

Fueron hallados fragmentos óseos de cráneos y mandíbulas, aunque aún está por determinar si todo lo encontrado pertenece a una o varias personas. Las excavaciones precisaron de gran cuidado para extraer varias decenas de fragmentos de huesos muy deteriorados.

Autoridades locales aseguran que podrían pertenecer a un grupo de alrededor de 36 jamaicanos asesinados en 1917. De descartarse un interés criminalístico, pasaría a los especialistas del patrimonio histórico.

“Si se tratara de los jamaicanos asesinados o un hecho similar estaríamos en presencia de un acontecimiento de incalculable valor histórico para este municipio”, refiere el citado medio de prensa.

Historiadores estiman que la masacre del Jigüe está relacionada con una serie de asesinatos racistas en la región de Camagüey y Las Tunas durante la Guerrita de la Chambelona. Sin embargo, otros sostienen que los asesinatos tenían como fin robar las pertenencias de los jamaicanos.

Relatos orales del pueblo, afirma Radio Cabaiguán, cuentan que luego de hacer una zanja en el área donde se encontraron los restos, el capitán Enrique Cadenas, jefe de las tropas gubernamentales en la región, pidió a las víctimas que se pusieran en fila para fotografiarlos y hacerle el pasaporte para su retorno a Jamaica.

Como en esa época las cámaras estaban montadas en trípode, no sospecharon que estaban parados frente a una ametralladora. Según las historias locales, solo un jamaicano se salvó; le llamaban Mayón y había ido a ponerse una corbata para resaltar más en la fotografía.