Enorme vertedero de basura en Diez de Octubre refleja la profunda crisis en Cuba

Las autoridades cubanas no invierten para mejorar los servicios de recogida de basura en La Habana. (Captura de pantalla © Mario Vallejo – Facebook)

Las imágenes recientemente compartidas por el periodista Mario Vallejo han causado conmoción y preocupación entre los cubanos tanto en la Isla como en el extranjero. El municipio Diez de Octubre, en La Habana, es el escenario de un enorme vertedero de basura en llamas, un testimonio gráfico de la profunda crisis sanitaria y social que afecta a la capital cubana.

El vertedero, visible en un video publicado por el comunicador en Facebook, es solo una muestra de la creciente acumulación de basura en las calles de la ciudad, una problemática que se ha vuelto habitual debido a la falta de servicios eficientes de recolección de desechos.

La basura descontrolada se convierte rápidamente en un caldo de cultivo para mosquitos, incluyendo los transmisores de enfermedades como el dengue, el zika y el chikungunya. Además, la presencia de roedores y otros animales atraídos por los desechos es otra amenaza latente.

Estos animales no solo se alimentan de la basura, sino que también pueden transmitir enfermedades peligrosas a los humanos, agravando aún más la situación sanitaria en la capital.

La quema de basura, como la que se observa en las imágenes, es una práctica que, lejos de resolver el problema, añade nuevos riesgos. Los humos tóxicos liberados durante la combustión de residuos plásticos y otros materiales pueden causar problemas respiratorios graves, especialmente entre los grupos más vulnerables, como niños y ancianos.

Vallejo ha comparado las escenas capturadas en el municipio Diez de Octubre con los paisajes desolados de países en guerra o en crisis profunda, como Ucrania, Siria, Afganistán o Haití. Aunque Cuba no se encuentra en un conflicto bélico, las imágenes de calles deterioradas y rodeadas de basura, evocan un ambiente de devastación y abandono.

En los escombros y la basura, otra triste realidad se hace evidente: la presencia de personas buscando comida entre los desperdicios. La crisis económica, la escasez de alimentos y la falta de acceso a recursos básicos han empujado a muchos a rebuscar entre la basura con el afán de encontrar de algo para llevarse a la boca. Esta escena, que se ha vuelto cada vez más común, es un reflejo doloroso de la desesperación que se vive en la Mayor de las Antillas.