Entrevista con Anamely Ramos: «No he pedido asilo, ni pienso pedirlo, voy a seguir insistiendo»

Por estos días, Anamely Ramos vuelve a protestar en Washington por su situación y la de todos los cubanos cuyos derechos están siendo violados. (Captura de pantalla © Martí Noticias – YouTube)

La activista cubana Anamely Ramos continúa batallando para que el gobierno castrista responda por impedir su entrada al país antillano. La joven supo sobre la prohibición del régimen cuando, en febrero de este 2022, se disponía a viajar a la Isla tras concluir su visita a Estados Unidos, territorio al que ingresó con una visa de turismo.

El caso de esta artista ha tenido gran impacto en la comunidad cubana en el exilio, pues muchos han sido víctimas de la violación a sus derechos humanos que está sufriendo ahora Ramos.

Desde el primer momento en que se le impidió regresar a Cuba, pese a presentarse en el aeropuerto con su pasaje y todos los documentos en regla, la opositora sostuvo que no solicitará el asilo político en EEUU.

Casi medio año ha transcurrido desde entonces, por lo que Periódico Cubano ha contactado con Anamely para conocer cómo marcha su caso en la actualidad, cuando todavía se encuentra en EEUU exigiendo el derecho de regresar a su país de nacimiento y de residencia.

Nuestras preguntas fueron contestadas por la activista días atrás, antes de que ella regresara a Washington, donde hoy se cumple la segunda jornada de la protesta que realiza por su situación y la de todos los cubanos cuyos derechos están siendo violados impunemente.

«Vuelvo a estar en la calle de manera literal porque estoy ya en la calle de manera simbólica: sin país, sin documentos, sin trabajo, sin mi hijo, sin ni siquiera un ID para volar sin susto dentro de EEUU», escribió ayer 11 de julio al iniciar su protesta.

Inmersa en reclamos ante distintas organizaciones internacionales, la joven muestra su inconformidad por la demora en las respuestas, pues mientras numerosos activistas cubanos se encuentran vulnerables hoy -y así ha sido durante décadas-, el régimen permanece impune.

«La pregunta sigue siendo la misma para los gobiernos y las organizaciones internacionales: ¿entre sus objetivos no está el empoderamiento de los activistas para que puedan regresar a sus países? ¿solo se trata de denunciar y de ayudarlos a huir?», cuestionó en una de sus publicaciones de hoy martes en Facebook.

¿En qué situación te encuentras en estos momentos?

Tengo una visa de turismo, que está vencida, pero ya hice un trámite de extensión de estadía que está en proceso, justo para no quedarme ilegal en EEUU. Empecé ese proceso antes de que expirara mi estadía, que era hasta abril.

Sobre mi pasaporte, ya se venció hace unos días, a principios de junio, y estoy en gestiones de conseguir uno temporal, al menos para tener una identificación para moverme. Inicié el trámite para renovar mi pasaporte hace alrededor de dos meses, pero no he recibido ninguna respuesta y cabe la posibilidad de que Cuba nunca responda y nunca me entregue el pasaporte, incluso cuando esté involucrada una agencia americana.

Si eso sucediera, también voy a involucrar una agencia americana que es el rostro de la Embajada cubana en Washington. Pero bueno, eso es poco a poco. Lo que sí ya te puedo decir es que yo no voy a desistir y voy a seguir.

No he pedido asilo, ni pienso pedirlo. Lo dije desde el primer momento, a pesar de que eso me acarrea dificultades de todo tipo, porque sin asilo no tengo ningún tipo de ayuda, no tengo permiso de trabajo, también para moverme, no tengo identificación, incluso para volar dentro de EEUU empiezo a tener complicaciones.

No he pedido asilo porque mi intención es seguir insistiendo para que Cuba tenga que dejarme entrar o para que Cuba tenga que responder sobre mi caso; para que haya alguna respuesta del mundo a Cuba y Cuba no pueda seguir actuando con el mismo nivel de impunidad. Esto me afecta a mí hoy, pero puede afectar a muchos otros activistas si lo dejamos tal cual.

Voy a seguir llevando esto a las instancias que sean, voy a denunciar esto de las maneras que sean y voy a seguir insistiendo. Para esto ya presentamos a través de una organización mi expediente para procedimientos especiales y estamos esperando respuesta. Es un proceso que no es corto, pero yo tengo toda la paciencia del mundo para continuar esto y todas las gestiones que vengan.

También presenté una queja por medio de un formulario online al tribunal de EEUU por violación de los Derechos Civiles, en este caso por American Airline. Yo puedo presentar contra Cuba, como estoy haciendo en la ONU y otras estancias internacionales, pero no puedo presentar una demanda contra Cuba al interior de EEUU usando instituciones estadounidenses, pero sí puedo presentar una queja contra American Airline, que yo sigo pensando que tienen responsabilidad.

En dependencia de cómo se vaya llevando este proceso, iré tomando otras opciones. Yo inicié también un trámite por la agencia americana que es subcontrata de la Embajada cubana en Washington para hacer todos los temas de papeles.

Yo sé que esta es una batalla a largo plazo y yo tengo toda la paciencia y toda la disposición del mundo, a pesar de que necesito solucionar problemas de vida cotidiana que también tengo.

Desde hace un año, la dictadura cubana mantiene en prisión a Maykel ‘Osorbo’ y a Luis Manuel Otero Alcántara, líderes del Movimiento San Isidro (MSI). El mes pasado, se les realizó un juicio a puertas cerradas y fueron condenados a 9 y 5 años de prisión, respectivamente, con base en acusaciones infundadas. ¿Cómo los activistas cubanos están actuando ante esta situación?

Desde el inicio de la detención de ambos, hemos estado denunciando en todas las partes posibles. En el caso de Maikel, que es el que llevo más de cerca, se ha presentado no solo en las organizaciones internacionales que han ido tomando acciones de todo tipo para exigir la liberación de ellos, sino que también se presentó en la ONU en dos comités diferentes; se presentó en el de desapariciones forzadas, porque él estuvo 14 días desaparecido, y se presentó también al comité de detenciones arbitrarias, que ya dictaminó que Maikel tiene que ser liberado y que fue una detención violatoria de todos sus derechos y, además, evidentemente un caso político. Sin embargo, Cuba no escucha nada.

Entonces, hemos seguido, sobre todo cuando empezó el proceso del juicio, visibilizando el caso de ellos en todas las instancias, tratando de involucrar artistas, internacionales también, por mediación de estas organizaciones.

Nos hemos reunido varias veces con políticos de varios lugares y con organizaciones para que sigan insistiendo a Cuba transparencia con la prensa extranjera. De hecho, la prensa extranjera intentó cubrir los juicios, los diplomáticos de varias embajadas intentaron ir a ver el juicio, nada de esto fue posible.

Pero al final, todas esas acciones, aunque parecen que no conducen a nada, exponen más a Cuba a nivel internacional respecto a las arbitrariedades que comete.