Esta es la comida callejera “más barata” en La Habana

El tradicional pan con lecho ya cuesta 400 CUP, pero la calidad no justifica su precio. (Captura de pantalla © Yasevids – YouTube)

El youtuber cubano Yasevids recorrió recientemente las calles de La Habana para documentar la comida callejera “más barata” que se puede conseguir. En un contexto de alta inflación, crisis económica y escasez de alimentos, resulta interesante apreciar qué se puede conseguir para saciar el hambre en la calle.

El video, que ofrece un recorrido por diversos puestos de comida callejera, proporciona una visión real de la situación en la que los consumidores se encuentran cuando buscan disfrutar de un platillo tradicional cubano a “precios bajos”.

A lo largo de la experiencia, se destacan varios platos populares de la cocina cubana, como el pollo chiflado, el pan con lechón, la tortica de morón y las frituras, que si bien representan las opciones más accesibles tiene un precio que es imposible de pagar para quienes reciben un salario o una pensión mínima.

Por ejemplo, el pollo chiflado, tiene un precio de 350 pesos cubanos (CUP), pero la opinión general de los probadores fue que el sabor no justificaba su precio. Similarmente, el pan con lechón, por 400 CUP, casi el 10% de un salario promedio, no logró impresionar a los comensales, a pesar de ser un clásico de la gastronomía cubana.

Uno de los aspectos más llamativos de esta experiencia es la discrepancia entre el precio de los platillos y la calidad de los mismos. Aunque la comida callejera es conocida por ser económica, en La Habana los precios de los platillos más comunes no parecen ser tan bajos en relación con los estándares locales.

ONEI confirma que el salario promedio en Cuba es de 16 dólares al mes – https://t.co/kgxD7XboUZ

— Jesús Miguel Medina (@nightniebla1) May 2, 2025

En cuanto a los dulces tradicionales, como la tortica de morón, se mencionó que la falta de azúcar y su textura floja perjudicaron la experiencia. Asimismo, el chicharrón de viento fue calificado como poco recomendable, debido a que el aceite utilizado para freírlo parecía estar en mal estado, lo que afectó su sabor y su seguridad.

Otro aspecto que se destacó fue la falta de higiene en los puestos de comida. La preparación de los alimentos se lleva a cabo en condiciones que no garantizan la seguridad alimentaria. El uso de aceite viejo y la falta de limpieza en los puestos de venta ponen en riesgo la salud de los consumidores, en particular de los turistas que no están acostumbrados a las condiciones de la comida callejera en Cuba.

En cuanto a la ubicación de los puestos de comida, muchos se encuentran en áreas céntricas de La Habana, como la Habana Vieja y el Parque de Curita, que son zonas turísticas y comerciales de alto tráfico.

La alta inflación, la escasez generalizada de alimentos y la crisis económica estructural, exacerbada por el control centralizado del Estado, han afectado profundamente la disponibilidad y calidad de los productos disponibles en el mercado.

El sistema comunista ha limitado el desarrollo de las fuerzas productivas en el sector privado, lo que ha conducido a una oferta insuficiente de recursos básicos. El control estatal de la economía, que impide la competencia y el libre mercado, ha resultado en una situación en la que la calidad de los alimentos es frecuentemente comprometida, a pesar de los esfuerzos de los vendedores de comida callejera para ofrecer opciones económicas a los consumidores.