Exilio al rescate: desde agosto aumentó un 23% el envío de paquetes a Cuba

La mayoría de los paquetes recibidos provienen de Estados Unidos y Panamá. (Foto: Lázaro Manuel Alonso – Facebook)

El pasado 15 de agosto, el régimen cubano puso en vigor nuevas medidas de flexibilización en la importación de cargas con carácter no comercial y aumentó al doble el peso en los envíos que recibe la Aduana de Cuba. Desde entonces, el exilio ha entrado nuevamente al rescate y el gran flujo de paquetería hacia la Isla recibió un nuevo impulso, creciendo un 23%.

Los datos fueron revelados en un reportaje del periodista oficialista Lázaro Manuel Alonso durante una visita a las instalaciones de Empresa de Mensajería y Cambio Internacional (EMCI), perteneciente a Correos de Cuba.

Amhed Medina Alfonso, director de la EMCI, destacó que la mayoría de los paquetes recibidos provienen de Estados Unidos y Panamá. Uno de los artículos que más han comenzado a entregar son las plantas eléctricas de emergencia. Solo en agosto se recibieron 370 unidades.

Desde el pasado mes, los cubanos en el exterior podrán enviar generadores eléctricos de potencias mayores a 900 vatios (Va) ya sea por vía aérea o marítima, mediante envíos postales o de mensajería, siempre que se acredite en aduana el carácter no comercial de estas operaciones. La flexibilización estará en vigor solo hasta el 31 de diciembre.

Un beneficio adicional es que la tarifa arancelaria de Aduana tendrá un 70% de descuento, por lo cual el pago a desembolsar solo será el equivalente al 30% del valor en aduanal establecido para cada rango de potencia. Los envíos que se presenten a despacho aduanero posterior al 31 de diciembre de 2022 con plantas eléctricas superiores a los 900 vatios no serán aceptados y tampoco tendrán la rebaja de aranceles.

En el país existen más agencias transitarias, como Aerovaradero y Grupo Placo, que también se dedican a la logística de entrega de paquetes. Sin embargo, solo Correos de Cuba está operando entre 20 y 25 toneladas de paquetería diariamente. Para ello, la empresa estatal tuvo que auxiliarse del sector privado.

Hasta el momento, Correos de Cuba contrató a varios privados y también otras empresas estatales, sobre todo para el servicio de entrega a domicilio conocido como “última milla”. Con el apoyo de transportación están intentando cumplir con plazos de entrega prometidos a los clientes, pero no siempre se logra debido al alto volumen de bultos, según alegan los directivos.

Sobre esta problemática, el periodista oficialista opinó que urge la automatización en la recepción y clasificación de los paquetes para ahorrar tiempo. La inversión del Gobierno comunista sería amortizada en corto plazo, pues los propios funcionarios aseguran que el flujo de envíos seguirá creciendo.

Por cada paquete recibido, el destinatario final debe pagar un importe en pesos cubanos (CUP) tanto a la Aduana como a la agencia transitaria por los servicios prestados.