Familias de Moa lo pierden todo ante torrenciales lluvias

Alrededor de 135 familias residentes en el municipio holguinero de Moa perdieron todas sus pertenencias producto de la crecida del río Cabaña, al precipitar durante la madrugada del domingo más de 200 milímetros de lluvia, según reporta el medio oficialista Telecristal.

La histórica crecida del río, superando el metro y medio por encima de cauce natural, afectó a las comunidades cercanas, especialmente el reparto Ecrin, donde las calles quedaron inundadas y el lodo penetró en las viviendas, afectando los muebles, electrodomésticos y demás propiedades de las familias. Las imágenes muestran la desolación de la catástrofe.

El Consejo de Defensa Municipal se movilizó para brindar asistencia, pero ya las familias habían sufrido graves pérdidas materiales. Sin embargo, la buena noticia es que ningún vecino resultó lesionado.

“A la 1.10 de la madrugada los sistemas de aviso informaron que comenzaba la crecida del río Cabaña. Las rojas aguas del río hicieron estragos en las viviendas, inundando todo cuanto encontraron, arrastrando muebles, equipos y otros recursos y medios de los moradores, muchos de los cuales han regresado para tratar de salvar sus pertenencias y retirar todo el lodo”, afirma en su cuenta de Facebook la periodista oficialista Yulieska Hernández.

“Las familias han corrido mucho peligro. Hubo casos de personas atrapadas en las casas por el agua, que fueron socorridas por vecinos, primero, y luego, por los mecanismos de respuesta del Consejo de Defensa Municipal. La mayoría de las pertenencias se han perdido. Pero víctimas no hay”, añadió Hernández.

Idania Pineda, del CITMA, confirmó que se registraron niveles de precipitación excepcionales en la región, con Moa y sus alrededores experimentando lluvias intensas en las últimas 24 horas. Estas condiciones climáticas provocaron inundaciones y deslizamientos de tierra, poniendo en riesgo la seguridad de las comunidades.

Este evento ocurre solo meses después de las lluvias intensas de junio pasado, que afectaron gravemente a varias provincias orientales de Cuba, incluyendo Granma, Camagüey, Las Tunas y Santiago de Cuba. El gobernante Miguel Díaz-Canel había prometido entonces una actualización de los planes de reducción de desastres, una medida que hoy vuelve a ser crucial ante la reiteración de estas catástrofes.