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Gobierno cubano descarta bajar el precio de 18 CUP por el almuerzo en comedores obreros
Con un salario mínimo un obrero podría gastar el 20% de su sueldo solo en almorzar
La ministra de Finanza y Precios de Cuba, Meisi Bolaños, justificó el alza de los precios de un almuerzo en un comedor obrero y descartó que estos puedan ser menores a 18 CUP al día.
En declaraciones al programa televisivo Mesa Redonda la funcionaria explicó que en el diseño del “ordenamiento económico”, en vigor desde el 1ero de enero, se previó el costo del almuerzo dentro de la canasta básica de bienes y servicios.
Por lo tanto, un obrero con salario mínimo de 2.100 pesos que almuerce en su trabajo durante los 25 días laborales de un mes gastaría el 21% de su sueldo solo en almorzar.
Para mostrar su “buena voluntad” Bolaños prometió estudiar la posibilidad de que las meriendas en horarios no habituales, es decir de horas extras, “sean gratuitas” para los trabajadores cuya responsabilidad amerite que trabajen fuera del horario contratado.
En relación a la calidad en la elaboración de las comidas en los centros de trabajo la ministra añadió que “no hay justificación para deteriorar la calidad” de los alimentos, sin embargo, no mencionó que piensa hacer el Gobierno para mejorar ese tema.
En años recientes el sector estatal inició una campaña para cerrar los comedores obreros y dar un estipendio a cada trabajador para que con ese dinero pudiera almorzar en la calle durante el horario permitido para ello. El objetivo era desligarse de la elaboración de alimentos pues el manejo de esos recursos daba pérdidas a la empresa estatal y era una fuente para la corrupción y el desvío de recursos.
Dos de los más grandes monopolios estatales como la Empresa Eléctrica y Etecsa pusieron en práctica esa estrategia entregando a cada trabajador un total de 15 CUP por cada día trabajado. Sin embargo, ante la galopante inflación que se vive en la economía nacional esa cifra resulta irrisoria.
El alto precio de los productos alimenticios en Cuba no se explica por una falta de moralidad de esos que forman la cadena de producción y distribución, desde el campesino que trabaja la tierra hasta el carretillero que acerca el alimento barrio adentro, son simplemente el resultado de la falta de oferta que genera un sistema de agricultura que no produce suficiente.
Dalia
16 de enero de 2021 at 5:41 PM
Lo nunca visto, tendrán que llevar si consiguen un pan y un poco de agua con azúcar, pronto habrá más diabéticos, ay tierra mía, hasta cuando tanta miseria y sufrimiento!