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Régimen nicaragüense es acusado por la ONU de violaciones a los derechos humanos

MUNDO

Régimen nicaragüense es acusado por la ONU de violaciones a los derechos humanos

El comisionado expresó su esperanza de que Nicaragua pueda ser persuadida para que deje de responder a las protestas con “puño de hierro”

Un reporte de Naciones Unidas salió a la luz este miércoles, donde se afirma que el gobierno de Nicaragua hizo la vista gorda mientras bandas armadas rodeaban a manifestantes, muchos de ellos violentados con rifles y torturados durante su detención.

Según la agencia Reuters, el régimen nicaragüense aseguró que el informe de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU publicado en Ginebra ignoró la violencia que pretendía derrocar a un gobierno democráticamente electo. Todo ello lo manifestó mediante una respuesta de 33 páginas en la cual se expresa abiertamente el rechazo hacia la denuncia de la organización mundial.

El documento mostró violaciones a los derechos humanos cometidos entre el 18 de abril y el 18 de agosto, incluido el uso desproporcionado de la fuerza y asesinatos extrajudiciales por parte de la policía nicaragüense, desapariciones, detenciones arbitrarias extendidas e instancias de tortura y violencia sexual en centros de detención.

Zeid Ra’ad al-Hussein alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos aseveró en un comunicado, “La represión y las represalias contra los manifestantes continúan en Nicaragua mientras el mundo desvía la mirada”.

El comisionado expresó su esperanza de que Nicaragua pueda ser persuadida para que deje de responder a las protestas con “puño de hierro” y afirmó que teme que siga el mismo camino que Venezuela.

También el reporte mostró que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU debería considerar el establecimiento de una investigación internacional o comisión de la verdad para evitar que la situación empeore, aunque “el pavoroso efecto de la represión” y un “clima de terror generalizado” han logrado silenciar ya a muchos manifestantes.

Señaló el gobierno centroamericano que no tiene una política de represión, pero que la paz fue restaurada en las calles.

A pesar de esto el reporte atestigua que, los detenidos fueron torturados con pistolas de descargas eléctricas Taser, alambres de púas, palizas con puños y tubos e intentos de estrangulación.

Añadió además, “Algunas mujeres han sido objeto de violencia sexual, incluida la violación, y describieron las amenazas de abuso sexual como comunes. Los hombres detenidos también mencionaron casos de violación, incluidas violaciones con rifles y otros objetos”,

Afirma Nicaragua que no hubo casos documentados de tortura o agresión sexual, así como arrestos arbitrarios y que todas las detenciones fueron realizadas de acuerdo a la ley.

En una extensa carta compartida con Reuters por su misión en Ginebra indicó el gobierno del presidente Daniel Ortega, “El Estado de Nicaragua no está de acuerdo con el contenido y las recomendaciones del denominado informe por estar basadas en informaciones parcializadas y subjetivas, lo que (…) induce a recomendaciones innecesarias y sin fundamento”, “No se observa en el denominado informe ninguna preocupación por los actos de violencia de parte de grupos golpistas que, con su pretensión de alcanzar el poder político del país a través de un intento fallido de golpe de Estado, han violentado el orden constitucional, irrespetando los derechos a la vida, la integridad personal, la libre circulación”, completó.

El informe de la ONU dijo que más de 300 personas perdieron la vida y 2.000 resultaron heridas. La violenta represión de las protestas contra Ortega, un exlíder guerrillero marxista, ha generado la condena de la comunidad internacional.

Si bien el reporte de la ONU dijo que no halló pruebas de violencia coordinada o planeada por parte de los manifestantes, funcionarios nicaragüenses alegaron que la muerte de 22 policías demuestra que las manifestaciones no fueron pacíficas.

Personas asociadas con el partido sandinista, gobernante tras el inicio de las protestas en abril, fueron movilizadas como “fuerzas de choque” o “pandillas” para atacar a manifestantes pacíficos, mientras paramilitares progubernamentales armados arrestaban a manifestantes en diferentes partes del país, señala.

Las protestas a mediados de abril se desencadenaron a partir de un plan del presidente Ortega para reducir los beneficios de los pensionados. El Gobierno se retrajo de la medida poco después, pero su severa respuesta a las manifestaciones generó más turbulencias por el rechazo a la gestión del mandatario que enfrenta su peor crisis política desde que retomó el poder en 2007.

 

Con información de Reuters

 

 

 

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