Humberto López: El Miserable de la televisión cubana

Humberto López ataca a Otero Alcántara. (Foto: Captura de video de la Televisión Cubana).

Al llegar el momento estelar, el hedor es insoportable en el set, en escena entra Humberto López. Sus mismos compañeros no pueden soportar tanta bajeza, tanta miseria humana. Un cuadro que se repite cada semana.

La historia es clara en la relación del verdugo y la víctima. El canalla justifica al victimario, calumniando a las víctimas. Hoy todavía no logro discernir quién es más canalla, si el que asesina con la espada, o el que calla el crimen como cómplice del verdugo.

Por sus «proezas» como traidor, Humberto López ha conseguido casa, carro y un escaño en el Comité Central del Partido.

Al barajar esta relación y hurgando en patrones de la historia, observo que los jerarcas del crimen siempre tienen un plan de huida, una puerta por donde escapar. Han burlado así, en muchos casos, la espada de la justicia.

Huyen con oro y con odio. Comprando su resguardo en la tierra de otros tiranos, tan o más miserables que ellos.

Pero, algo distinto ocurre con los cómplices de los tiranos, estos nunca pueden escapar. La cabeza de régimen que escapa con prisa nunca avisan a los traidores que le apuntalaban. No tienen tiempo para ellos. Roma paga a los traidores, pero los desprecia.

Los jerarcas de la tiranía tienen sus maletas listas para su huida, pero y Humberto López ¿a dónde huirá?