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Imágenes exclusivas de la fábrica de pullovers revolucionarios en Punto Cero

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Imágenes exclusivas de la fábrica de pullovers revolucionarios en Punto Cero

Empresas que convocan a sus trabajadores a marchas compran estas prendas a 3 dólares cada una

La propaganda comunista le ha traído grandes dividendos a la familia de Fidel Castro, especialmente a los hermanos Alex y Alexis Castro Soto del Valle, hijos del fallecido dictador con Dalia Soto del Valle.

Estos dos “príncipes” comenzaron su negocio con una pequeña fábrica artesanal que imprimía logos y consignas revolucionarias en camisetas y pullovers para los actos oficiales del gobierno.

Sin embargo, el negocio fue tomando fuerza hacia finales de 1999, cuando desde el Gobierno central se inició la campaña por el famoso niño Elián y se acrecentó la demanda de propaganda oficialista.

Los hermanos Alex y Alexis Castro vieron la tremenda oportunidad que ello representaban y ampliaron la producción comprando una maquinaria más grande para salir de esa fase artesanal y producir en masa esas prendas.

El circuito cerrado del mercado se cerraba con la obligatoriedad de que las empresas que convocaban a sus trabajadores de “forma espontánea” a las marchas debían comprar esos pullovers al precio de 3 dólares cada uno.

Los márgenes de ganancia cada vez han sido mayores, pues en un inicio solo imprimían las imágenes en prendas compradas, luego compraban la tela y en la actualidad importan el hilo y desde allí encadenan todo el proceso productivo para obtener un “pullover revolucionario”

La idea de negocio fue viento en popa, pues luego de las campañas por Elián continuaron las tribunas abiertas, los habituales 1 eros de Mayo y un nuevo pedido de libertad por los 5 espías cubanos que fueron condenados en el sur de la Florida.

Durante todo este tiempo es válido estimar que se han producido más de 3 millones de pullovers, por lo que el negocio es millonario. Para los cubanos las prendas son “regaladas” por sus centros de trabajo, pero en realidad el costo es pagado por el propio trabajador, que con sus bajos salarios contribuye a engordar el presupuesto del estado, que es manejado hace 62 años por una misma familia.

En las imágenes exclusivas que una persona tomó de la fábrica en Punto Cero se aprecia como en la actualidad el centro textil tiene una gran producción con grandes cantidades de materia prima, aunque están algo desordenadas.

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