Julita Osendi critica la ineficiencia policial tras ser asaltada en el Malecón de La Habana

A la periodista deportiva Julita Osendi le robaron el celular que utilizaba como herramienta de trabajo. (Foto: Julita Osendi – Facebook)

Tras ser víctima de un asalto en el Malecón de La Habana, la periodista deportiva cubana Julita Osendi ha cuestionado la pésima atención que ha recibido por parte de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) al denunciar este hecho.

La comunicadora se encontraba en ese emblemático lugar habanero cuando un hombre le robó el celular, que usaba para registrar los audios de sus entrevistas y tomar fotografías en eventos deportivos.

Luego de este incidente, Osendi aseguró que vivió numerosas trabas burocráticas intentando que su caso fuera atendido por los agentes del orden. Algunos le decían que le correspondía a la estación de Centro Habana y otros a La Habana Vieja.

«Ahora me pregunto yo, si en lugar de ser violentada a mi edad, hubiese salido con un cartel alentando a la sedición, atacando a un dirigente del gobierno, defendiendo a los presos políticos o a las Damas de Blanco, ¿Se hubiesen puesto a delimitar fronteras los jefes de la policía de los municipios ya mencionados o todo el cuerpo disponible de agentes y no agentes de la policía hubieran ido al lugar?», condenó.

En redes sociales, Osendi ha relatado los pormenores de la mala gestión policial. Primero, contó que tras el robo, inmediatamente llamó al número de emergencia de la Isla 106 para reportar el hurto. Esta llamada ocurrió a las 9:30 a.m. y un oficial afirmó que una patrulla iría al sitio.

Media hora después, volvió a comunicarse con la estación de la PNR, donde le dijeron que la especialista ya estaba en camino. A las 11:00 a.m., la reportera llamó a su hijo para que fuera por ella ante la falta de atención.

En la espera pasaron varios policías, pero ninguno la trató de ayudar, pese a que era víctima de un asalto. “Otro agente, que venía a recoger a una señora, me dijo que no sabía nada, que fuera a la unidad de Zanja a reportar el hecho y que menos mal que estaba bien porque días antes habían cogido a un turista, al que le habían arrebatado cadena, reloj y celular y lo habían pateado en el piso”, agregó la periodista.

Al llegar a casa, Osendi recibió la llamada del jefe de la policía en La Habana Vieja. En esta conversación, narró todo lo sucedido y ofreció las características del ladrón. Anteriormente, había dicho que se trataba de un hombre afrocubano que vestía una enguatada rosada, bermudas claras, tenis, gorras y gafas.

Cuando el policía le pidió que se presentara en la unidad para levantar un reporte, la periodista le respondió que no iba a ir a ningún lado por tener la rodilla inflamada. Asimismo, le explicó al oficial que había denunciado el robo en Etecsa y canceló sus tarjetas en el banco ante el riesgo de que los delincuentes le robaran su contraseña a través del móvil.

“Entonces, el agente accedió a enviar la guardia operativa a mi casa. Serían la una y media o las dos de la tarde… A las tres más menos, me llamó una oficial de la PNR de Centro Habana que venía a visitarme y recoger mi declaración”, sostuvo.

La mujer policía llegó a las 5:00 p.m. a casa de Osendi y nuevamente la volvieron a interrogar. “A esa hora, el ladrón de seguro ya se había bañado, se ha cambiado de ropa y vació mis preciados trabajos, fotos y contactos”, comentó la comunicadora ante el lento proceso de las autoridades.