Santa Clara celebra su 331 aniversario

La ciudad de Santa Clara cumple este 15 de julio 331 años, desde que se instauraron allí unas 18 familias de Remedios que escapaban de la amenaza de piratas y corsarios. El asentamiento escogido en las márgenes de dos acaudalados ríos fue creciendo y es hoy el hogar de más de 250 mil personas y una estratégica ciudad al centro de Cuba.

Desde un inicio, la ciudad destacó por su desarrollo en la agricultura y la ganadería, y casi un siglo después, en 1754, había más habitantes en el nuevo núcleo de población que en los hatos y corrales de sus alrededores. En 1867, una vez concluida la Guerra de los Diez Años contra la metrópolis española, le fue concedida la condición de ciudad y el 9 de junio del año siguiente el de capital de la nueva provincia homónima por Real Decreto.

Con el nacimiento de la República el 20 de mayo de 1902, Santa Clara mantiene su condición de capital de la provincia. A lo largo de su historia se fueron construyendo importantes edificaciones, pero las más emblemáticas se ubican alrededor de su parque Leoncio Vidal, que resulta asiento para inmuebles centenarios como el Teatro La Caridad y Biblioteca Provincial Martí.

En la segunda mitad del siglo pasado, se desarrollaron industrias como INPUD, Planta Mecánica y la Fábrica de Traviesas. La llegada del Periodo Especial a sus predios en 1990 marcaría un estancamiento en la ejecución del programa de industrialización, lo cual disminuiría el ritmo de crecimiento poblacional y acentuaría el deterioro de las edificaciones existentes.

El desarrollo del turismo político con la llegada de visitantes extranjeros al Monumento al Che Guevara le trae ingresos a la ciudad que de paso es centro estratégico para continuar viaje hacia el oriente del país o hacia las playas del norte de la provincia.

Las conmemoraciones habituales por el aniversario de la ciudad se realizan en el parque El Carmen a pocos metros de las orillas del río de la Sabana, hoy Bélico, donde primero llegaron las familias remedianas. En ese parque se levantó en 1951 un monumento conmemorativo alrededor de un tamarindo, heredero según se cuenta, de aquel que viera a su sombra oficiar la misa fundacional del poblado.