LG dejará de producir teléfonos móviles

El fabricante de productos electrónicos de Corea del Sur, LG, anunció que dejará de fabricar teléfonos móviles pues esa división de negocios le genera pérdidas y es mejor estrategia centrarse en la producción de componentes para vehículos eléctricos, robótica e inteligencia artificial entre otros productos electrónicos.

De acuerdo con el comunicado difundido por la junta de dirección de LG, el fin de las operaciones de su negocio de telefonía móvil se concretará a fines del mes venidero mes de julio.

LG fue una vez el tercer fabricante de teléfonos móviles más grande del mundo, pero ha perdido participación de mercado frente a competidores chinos, entre otros.

Según Counterpoint Technology Market Research, LG todavía era el número 3 en América del Norte, con una participación de mercado del 13% detrás del 39% de Apple y el 30% de Samsung a partir del tercer trimestre de 2020.

Las ventas de 23 millones de teléfonos significaron que LG controlaba alrededor del 2% del mercado mundial de teléfonos móviles a fines de 2020. Por el contrario, Apple y Samsung tenían el 21% y el 18% del mercado, respectivamente.

De tal forma, el fabricante coreano se une Blackberry, HTC y Nokia entre los gigantes que se ven obligados a abandonar el negocio de la telefonía móvil.

La compañía dijo que esperaba vender su inventario de teléfonos lo más pronto posible, aunque no dejaría de brindar soporte y asistencia técnica por “largos periodos de tiempo”. Tras el anuncio las acciones de LG en la bolsa de valores retrocedieron un 2.5%.

Analistas opinan que el fabricante más beneficiado será Samsung, su rival surcoreano que ahora se quedará con la mayor cuota del mercado en ese país de más de 50 millones de habitantes.

Sin embargo, LG sigue siendo un actor importante en la electrónica de consumo, incluidas las ventas de televisores. En 2020 tuvo alrededor del 16% del mercado mundial de ventas de televisión.

La compañía también continuará trabajando en tecnología móvil relacionada con vehículos eléctricos, ya que las próximas redes 6G permiten una transferencia de datos aún más rápida hacia y desde vehículos, un mercado potencialmente floreciente a medida que se generalizan las capacidades de conducción autónoma.