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Llamada anónima conduce a detección de una casa usada como bodega en Matanzas
El Minint asegura que los productos se consiguieron de manera ilegal e iban a ser revendidos a altos precios
Llamada anónima conduce a detección de una casa usada como bodega en Matanzas. (Collage: Canal Caribe-Youtube)
Oficiales del Ministerio de Interior de Cuba (Minint) detectaron una casa almacén en la ciudad de Colón, en Matanzas, la cual se encontraba llena de productos agrícolas, insumos de construcción y hasta combustible.
La inspección se realizó luego de que las autoridades recibieran una llamada acusatoria anónima. La vivienda estaba a nombre de Juniel Ruiz Martínez, quien se determinó que manejaba varios locales para guardar comestibles.
La casa almacén en la ciudad de Colón
Según el reporte de las autoridades, se incautaron 511 sacos de ajo, 494 mancuernas de ajo, 829 mancuernas de cebolla, 43 sacos de boniato (batata), 320 sacos de maíz en grano, 16 sacos de calabaza y 550 litros de petróleo.
También confiscaron piezas automotrices y materiales de construcción de sospechosa procedencia. Las autoridades del Minint requirieron de 10 camiones para trasladar todo el cargamento.
El propietario del almacén no trabaja en la industria agricultora y por lo tanto no tiene tierras de cultivo para justificar los sacos de comida.
Hasta ahora, la teoría de las autoridades apunta a que tras adquirirlo de forma ilegal los vendía en los diferentes mercados locales sin permisos sanitarios.
El descubrimiento fue calificado de inmediato como un delito por los oficiales a cargo y el mismo es penado por el Código Penal, por lo que Ruiz Martínez podría afrontar hasta cinco años de privación de la libertad.
Ahora el régimen ya se encuentra investigando la procedencia de los insumos pues la mayoría de ellos son de alta demanda para la dieta de los cubanos.
En redes sociales, los cubanos tienen opiniones divididas, pues algunos consideran que los “operativos contra el acaparamiento” son la excusa del régimen castrista para justificar el hambre y el desabasto en las tiendas.
Además, aclaran que muchos de los comerciantes almacenan alimentos a fin de tener algo que ofrecer cuando termine la cuarentena.
Las autoridades piden hasta 15 años de prisión para quienes esconden comida en casas, pues es necesario “seguir luchando contra los ladrones” que se escudan en las licencia de trabajo por cuenta propia.
Hasta la fecha, las autoridades cubanas han desarticulado fábricas ilegales, decomisaron alimentos, gasolina, artículos de construcción y hasta lotes de ropa que presuntamente estaban destinados al mercado negro y que pese a los decomisos, siguen escaseando en las tiendas de toda la Isla.
