Acela Vargas, una madre cubana que llegó a Estados Unidos cruzando la frontera sur junto a su nieta y otro familiar, anhelaba reencontrarse con su hijo Gabriel en territorio norteño, pero al arribar al país sus ilusiones chocaron con la desafortunada noticia de que está detenido por una causa ajena a inmigración.
“Ahora me encuentro con la situación de que está preso, que está plantado, no quiere comer, ya me le dio un infarto allá dentro. Yo también soy infartada. Me han dado dos infartos. Todo esto me tiene muy preocupada”, declaró la cubana a Univision 23 Miami.
Gabriel Vargas enfrenta “cargos graves”, que no fueron precisados en el reporte de prensa. Según su familia, reseña el medio, se trata de falsas acusaciones interpuestas por su expareja.
Haber sido acusado, sin ser hallado culpable todavía, es suficiente para que las autoridades federales puedan encarcelarlo en un centro de inmigración, pues carece de un estatus legal en EEUU. Por eso, ha sido recluido en el Centro de Procesamiento de Krome, en Miami.
“Que te acusen de un delito criminal serio puede llevar a que Inmigración te ponga un aguante, y cuando tú pagas la fianza criminal, inmigración te recoja y a la misma vez te pueden poner en un proceso de deportación”, ha precisado el abogado Wilfredo Allen.
Por las características de este tipo de situaciones, agrega el experto que lo más delicado del proceso es que la persona acusada deberá contar tanto con un abogado criminal como de inmigración, quienes deberán trabajar a la misma vez en el caso. Además, se debe pagar una doble fianza para poder esperar el juicio en libertad.
“Usualmente, si una persona no tiene residencia o no es una persona que pueda obtener una fianza en Krome, yo les recomiendo a los abogados penalistas que no paguen la fianza, que acaben el caso en la corte criminal, porque si ganan y el caso se resuelve en la corte criminal, no van a tener un problema con inmigración”, aconseja Allen.
El caso de Vargas, quien enfrenta un procedimiento por parte del Servicio de Inmigración que puede acabar en deportación aunque no haya sido hallado culpable, representa una advertencia para los cubanos que están llegando en cifras históricas a EEUU durante los últimos meses y todavía no tienen un estatus legal.
