Madre cubana pide comida para sus hijos en la sede del gobierno de Sagua de Tánamo

Madre cubana pide comida para sus hijos en el gobierno de Sagua de Tánamo. (Captura de pantalla: Deysi Columbié-Facebook)

Deysi Columbié es el nombre de la cubana que se atrevió a ir hasta la sede del Poder Popular Municipal de Sagua de Tánamo, en Holguín a pedir comida para sus hijos.

La madre, de tres niños de uno, tres y cuatro años, a través de una directa en Facebook, fue comentando camino a la sede de dicho recinto gubernamental, todas las vicisitudes por la que ha atravesado con sus hijos.

Columbié explicó que hace 15 días sus niños estaban con neumonía y no había para hacerle una placa. Ya frente al gobierno municipal, en la calle, cuando una funcionaria le pidió que dijera cuál era su queja, la cubana comentó:

“Ayer, desde la hora que se llevaron la corriente, yo no pude cocinar la comida para mis hijos, se fue la corriente a las tres de la mañana. Hoy la leche no ha llegado, no tengo absolutamente nada que darle, porque cuando fui a sacar los mandados la bodega está cerrada por fumigación”.

Un sinnúmero de problemas reales y diarios en Cuba expuso la mujer ante trabajadores del gobierno que no se identificaron.

De la misma manera, explicó que el día anterior los niños terminaron un tratamiento con el antibiótico azitromicina, por el padecimiento antes comentado, y lo único que tenían en el estómago eran un vaso de yogur con agua que le había dado una vecina.

Deysi, llegó hasta la sede municipal del Partido Comunista de Cuba, con tres “cacharritas” para que le dieran comida para sus hijos. Para evitar que la tildaran de “contrarrevolucionaria”, expresó que no tenía ningún tipo de problema ideológico, pero aseguró estar “harta y desesperada”.

Por lo que se puede escuchar en el video, una persona, pareciera ser el de mayor cargo en el lugar, le pregunta a uno de los niños por qué llora, y la madre comenta, que quizás por hambre.

La respuesta ante las quejas de una madre que llora en Cuba por no tener comida para sus hijos, de una persona de apellido Derivet, es que podía ir a La Palmera o al Rapidito, sitios donde supuestamente estaban vendiendo almuerzo.

“¿Esa es la respuesta Derivet?, que yo arranque con tres vejigos a buscar comida? ¿Dime qué hago?”, insistió la cubana, ante un hombre que solo le respondía “qué hacemos”.

Sin respuestas para el cubano de pie se vive en esa Isla, secuestrada por una dictadura que no ha podido en 63 años darle el frente a un país que cada día está peor. Deysi se fue con los pozuelos vacíos, no resolvió nada en el gobierno, únicamente según ella, “resolví no infartar, resolví no quedarme con toda esta rabia por dentro”.

Los comentarios a la publicación de este miércoles son cientos, muchos opinaron que todas las madres de Cuba tenían que hacer lo que había hecho esta mujer valiente.