HISTORIA DE CUBA
Mantua: la comunidad más italiana de Cuba
Ya desde 1622 los documentos oficiales del Cabildo de La Habana hacían referencia al topónimo Mantua.
En el extremo occidental de la isla encontramos una localidad que comparte nombre con la ciudad italiana Mantova, ubicada en la región de Lombardía. Mantua, en su forma española, es uno de los municipios de la provincia Pinar del Río, cuyo origen está asociado al país mediterráneo.
Ya desde 1622 los documentos oficiales del Cabildo de La Habana hacían referencia al topónimo Mantua. En aquella época los nombres de accidentes geográficos o pueblos solo era reconocidos como tal después de un periodo de cinco años, por lo que se presume que el asentamiento debió fundarse entre 1605 y 1610.
La historia del territorio no está exenta de contradicciones y detalles pintorescos. La versión más popular de todas cuenta que, a principios del siglo XVII, un grupo de navegantes italianos, acusado de corsarios, desembarcaron en la zona huyendo de la persecución de buques de guerra ingleses. Los marinos se adentraron en la ensenada Los Lazos y, luego de incendiar sus embarcaciones en el surgidero Los Arroyos, decidieron internarse en el país.
Esta leyenda fue documentada por primera vez en 1923 por el historiador local Emeterio Santovenia, quien se basó en el testimonio del sacerdote Nicanor Suárez Cortina. El párroco supo de esta tradición oral en una celebración religiosa con los feligreses del poblado.
Otra de las hipótesis sobre la fundación del municipio refiere que el bergantín italiano Mantua, capitaneado por Antonio Fiorenzano, naufragó en los arrecifes de coral cerca del litoral, pero los tripulantes lograron llegar a tierra en Punta del Río.
Ambas versiones coinciden en que los navegantes italianos se establecieron en el sitio y construyeron una pequeña capilla en la que adoraban una imagen de la Virgen de la Nieve, hoy en día es venerada en Mantua y también en la Mantova del país europeo.
A pesar de las inconsistencias de la historia, la huella más perecedera está en los apellidos de las distintas generaciones que han habitado este municipio pinareño. Algunos de los más comunes entre la población local según las actas de bautismo son: Dolden, Quesol, Ferrari, Rizzo y Pittaluga.
Si bien el río fue importante para el desarrollo de la comunidad, los fundadores decidieron levantar el caserío lejos del cauce para aprovechar los terrenos en la siembra y evitar las inundaciones. No fue hasta 1716 que Mantua alcanzó la categoría de pueblo.