MUNDO
Mientras el papa Francisco calla, el obispo de Nicaragua es detenido por la dictadura de Ortega
El prelado ha sido una de las voces que más se ha alzado contra los desmanes del régimen de Ortega y la violación de las libertades fundamentales en el país centroamericano
El obispo de Nicaragua, Rolando Álvarez, fue detenido por la policía del régimen de Daniel Ortega, en horas de este viernes. Las fuerzas represivas entraron en el Palacio Episcopal de la Diócesis de Matagalpa (norte) y arrestó al prelado, así como a siete de sus colaboradores, que se encontraban recluidos y retenidos desde el 4 de agosto pasado.
El arresto del monseñor Álvarez ha sido denunciado por el secretario de las Naciones Unidas, el arzobispo de Panamá y otros líderes civiles y religiosos.
“¡Urgente! En estos momentos la Policía Nacional ha ingresado a la Curia Episcopal de nuestra Diócesis de Matagalpa”, denunció la sede eclesiástica en sus redes sociales.
El pastor de la iglesia católica, es además administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, y ha sido acusado por el régimen de intentar “organizar grupos violentos”, supuestamente “con el propósito de desestabilizar al Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales”, aunque de momento no han podido presentar pruebas.
El prelado ha sido una de las voces que más se ha alzado contra los desmanes del régimen de Ortega y la violación de las libertades fundamentales en el país centroamericano.
Junto a Álvarez, fueron detenidos también los sacerdotes José Luis Díaz y Sadiel Eugarrios, primer y segundo vicario de la catedral de Matagalpa de San Pedro, respectivamente.
En la lista de apresados figuran igualmente Ramiro Tijerino, rector de la Universidad Juan Pablo II y encargado de la parroquia San Juan Bautista, así como los seminaristas Darvin Leyva y Melkin Sequeira, el camarógrafo Sergio Cárdenas y el sacerdote Raúl González.
El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, quien se encuentra exiliado en Roma, condenó el arresto y pidió a las autoridades liberar y respetar la dignidad de su hermano de fe.
“Con el corazón indignado y dolido condeno el secuestro nocturno de Mons. Álvarez. ¡Quienes lo sepan, digan dónde está mi hermano obispo! ¡Que sus secuestradores respeten su dignidad y lo liberen! De nuevo, la dictadura vuelve a superar su propia maldad y su espíritu diabólico”, escribió en un tuit.
Con el corazón indignado y dolido condeno el secuestro nocturno de Mons. Álvarez. ¡Quienes lo sepan, digan dónde está mi hermano obispo! ¡Que sus secuestradores respeten su dignidad y lo liberen! De nuevo, la dictadura vuelve a superar su propia maldad y su espíritu diabólico.
— Silvio José Báez (@silviojbaez) August 19, 2022
Por su parte, el padre Edwing Román, otro crítico de Ortega, exiliado en Estados Unidos, escribió: “¡Dios mío! ¡Qué indignante! Se han llevado a monseñor Rolando Álvarez, con los sacerdotes que estaban con él”.
Sobre el inconcebible mutismo del Vaticano, refirió, “¡Basta ya de tanto silencio! Hablen quienes tienen que hablar y dar la cara, a eso se le llama ‘pecado de omisión'”, dijo en referencia al papa Francisco, quien ha sido criticado por diferentes sectores por mantener silencio sobre el tema en Nicaragua, un país de mayoría católica.
Apoyo de la Iglesia cubana
La Iglesia católica cubana, representada por el Mons. Emilio Aranguren Echeverría, Obispo de la Diócesis de Holguín y presidente de la Conferencia de obispos de la Isla, envió una misiva en solidaridad con Carlos Enrique Herrera Gutiérrez, líder de la Conferencia Episcopal de Nicaragua.
En la carta se expresa el agradecimiento por “el testimonio de fidelidad a Cristo y a los humildes que están ofreciendo”, escribió Aranguren, “y la comunión que han mantenido en medio de las pruebas”.
#Ahora | Obispos de Cuba piden que “prime la sensatez” en los responsables de asegurar un clima de paz, tras la detención policial de Monseñor Rolando Álvarez .@obispos_cuba pic.twitter.com/kkZTXOtYmC
— NicaraguaActual (@NicaraguaActual) August 19, 2022
Sin embargo, el mensaje ha suscitado no pocas críticas por parte de algunos lectores que acusan a la Conferencia de la Isla de incongruencia. “¿Episodios dolorosos? No: persecución, arrestos, atropellos. Las cosas por su nombre”, afirma un usuario en Facebook. “¿Se ha pronunciado el Papa? Tampoco, silencio total”, añade.
Además, muchos han encontrado una doble moral, en el hecho de que la propia iglesia cubana no se ha manifestado de manera explícita sobre los abusos y persecuciones que también sufren los antillanos a manos de la dictadura castrista.
Sin mencionar que varios sacerdotes han sido silenciados y amenazados por los órganos de seguridad del estado.
En tan solo los primeros meses de este año, el Gobierno sandinista expulsó del país al nuncio apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag, llevó a prisión a tres sacerdotes, cerró ocho radioemisoras católicas y sacó de la programación de la televisión por suscripción a tres canales católicos.
Además, ingresó por la fuerza y allanó una parroquia; expulsó a 16 monjas de las misioneras de la orden Madre Teresa de Calcuta y prohibió a la Arquidiócesis de Managua la procesión con la imagen peregrina de la virgen de Fátima.