Mipyme abre el restaurante Plaza Roja, dedicado a la gastronomía rusa

Hasta el momento se desconoce cómo hace el restaurante para abastecerse de insumos en medio de la crisis alimentaria. (Captura de pantalla: Oleg Zamora – Facebook)

Plaza Roja, un negocio privado de gastronomía rusa, abrió sus puertas en el céntrico bulevar de la ciudad de Bayamo, en Granma, contando con el apoyo de las máximas autoridades del gobierno comunista, en medio del creciente acercamiento entre La Habana y el Kremlin.

El emprendimiento es una idea original de su fundador Oleg Zamora, dueño de la Mipyme Sublimagen, que financió la construcción del inmueble, decorado al estilo ruso, convirtiéndose en un establecimiento único en su tipo en Cuba.

Desde su perfil personal en Facebook, Zamora promocionó la inauguración que tuvo lugar en la noche del pasado domingo. Según el propietario, el restaurante Plaza Roja busca fomentar la amistad y el respeto entre Cuba y Rusia.

En sus palabras, rememora las declaraciones recientes de Miguel Díaz-Canel que en días recientes dio una entrevista exclusiva con el canal oficialista Rusia Today para explicar la inclinación total ante el régimen de Vladímir Putin.

“A los que tienen rusofobia, a los que no creen en las relaciones de amistad entre Cuba y Rusia, a los que creen que no es beneficiosa esta relación de hermandad y respeto, les exhortamos a que escuchen las palabras de nuestro presidente Miguel Díaz-Canel. Estos son momentos de unir, de explicar, de trabajar por un bien común”, indicó Zamora.

Hasta el momento se desconoce cómo hace el restaurante para abastecerse de insumos que le permitan elaborar platos típicos de la gastronomía rusa, en medio de la escasez de alimentos que hay en la Isla, donde es difícil encontrar ingredientes para hacer manjares cubanos.

Rusia es un país multicultural, en el que se puede probar los platos diversos, a veces bastante exóticos, de muchos pueblos: empezando con el dulce tártaro, chak-chak (postre de masa con miel) hasta la stroganina de Yakutia (pescado o carne recién congelados).

En total hay más de 200 días en el año en los que se supone que los cristianos ortodoxos deben evitar el consumo de carne, leche y productos lácteos (incluida la manteca animal), y los huevos. Es por eso que la cocina rusa utiliza una amplia variedad de sopas, platos a base de pescado, cereales y bebidas. Además de legumbres, hortalizas, setas, bayas y hierbas.

En diciembre pasado, la cónsul de Rusia en Cuba, Nana M. Mgeladze, viajó a Bayamo, para apoyar el negocio que afinaba los últimos detalles para su apertura.

“Es algo único, no tenemos en ninguna otra ciudad de Cuba un lugar como este. Yo espero que será un café, un restaurante, donde no solamente puedan venir ciudadanos rusos, sino de otros países que estudiaron en Rusia y pueden venir aquí a disfrutar la comida y recordar sus historias de su vida en Rusia”, declaró en ese momento la diplomática rusa a la radio local.