DEPORTES
Muere a los 34 años la judoca cubana Maricet Espinosa
La atleta había intervenido en juegos panamericanos y olímpicos
La judoca cubana Maricet Espinosa González, conocida cariñosamente como “la mole”, falleció inesperadamente este domingo a sus 34 años en España, país donde había establecido recientemente su residencia.
La Universidad del Deporte Cubano, a través de su perfil oficial en Facebook, confirmó la noticia sin dar a conocer la cauda de la muerte. “Con gran dolor la comunidad universitaria del deporte cubano recibe la noticia del fallecimiento de la destacada judoca cubana Maricet Espinosa González. En nombre de nuestros profesores, trabajadores y estudiantes llegue a sus familiares, amigos y compañeros nuestro más sentido pésame”.
De acuerdo con el portal Cubalite, Espinosa González habría sufrido un infarto fulminante el pasado domingo. Además, fuentes consultadas por el citado medio refieren que la judoca se había sometido a unas operaciones en sus senos, las cuales influyeron en el fatídico desenlace.
Maricet, natural de La Habana, se destacó en la selección nacional de judo en la categoría de los 63 kilogramos. Fue campeona en los Juegos Panamericanos de la disciplina en Costa Rica 2013 y Ecuador 2014, y representó a Cuba en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, debutando con una victoria ante la nepalí Lhamu Khatri.
También estuvo presente en torneos internacionales en Azerbaiyán, China, Estados Unidos, Japón, Brasil, Bélgica, Panamá e Italia, obteniendo múltiples medallas. Fue cuatro veces campeona nacional, en tres ocasiones subcampeona y doble titular centroamericana en Veracruz 2014.
El judo femenino en Cuba ha forjado una trayectoria destacada, convirtiéndose en motivo de orgullo nacional y un referente en el deporte internacional. Desde la década de 1980, el país caribeño ha sobresalido en esta disciplina, impulsado por un sistema de formación riguroso.
Estela Rodríguez, pionera en esta senda, obtuvo medallas de plata olímpicas en 1988 y 1992, abriendo brecha para futuras generaciones de judocas. Posteriormente, en los años 90, Driulis González emergió como figura emblemática, alzándose con oro olímpico en 1996 y triunfos en campeonatos mundiales, estableciendo un precedente de excelencia.
La saga de victorias continuó con Yurisleidis Lupetey y Sibelis Veranes, quienes acumularon múltiples galardones internacionales. Su éxito trascendió los logros personales, impulsando el judo femenino en la Isla y motivando a nuevas generaciones como lo fue Maricet Espinosa.
