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Niño que vendía tamales en Camagüey recibe una bicicleta nueva
La bicicleta fue comprada gracias al respaldo de la comunidad cubana
Roelbis, un niño de 9 años conocido cariñosamente como ‘Titingo’, se ha convertido en el rostro de la solidaridad en Camagüey. Su historia, que se viralizó tras conocerse que vendía tamales en secreto para ayudar a su abuela, ha conmovido a la comunidad y ha dado lugar a una ola de apoyo.
Esta semana, el pequeño recibió una bicicleta nueva, un gesto que simboliza la empatía y generosidad de quienes se unieron para mejorar su situación.
El perfil de Facebook de Edmundo Dantés Junior fue el encargado de compartir la noticia, anunciando que la bicicleta fue comprada gracias al respaldo de la comunidad y la visibilidad que ganó el caso del cubanito. “Es la mejor foto que verás hoy”, expresó el influencer al publicar la imagen de Roelbis con su nueva bicicleta, un momento que ha sido un rayo de esperanza para el niño y su abuela.
José Luis Tan Estrada, periodista camagüeyano y uno de los principales impulsores de la campaña de ayuda a ‘Titingo’, también compartió en redes sociales los detalles de cómo se puede seguir colaborando con el niño.
Para aquellos que deseen contribuir, el comunicador ha puesto a disposición una tarjeta bancaria en CUP (moneda nacional) con el número 9838-1299-7101-9924. Además, varios amigos cercanos han ofrecido sus cuentas para recibir donaciones internacionales, especificando “Donación para Titingo” en los siguientes métodos: PayPal ([email protected]), Bizum (623470887) y Zelle (7869060526).
Las imágenes y el testimonio de Roelbis, quien vive junto a su abuela Daisi en el barrio de Nuevo Salomé, han causado un gran impacto en la comunidad. La señora, una mujer jubilada que recibe una pensión de 1,600 pesos cubanos, ha criado al niño desde que era muy pequeño.
Sin embargo, la situación económica les llevó a una circunstancia difícil: El menor empezó a vender tamales sin el conocimiento de su abuela, con la intención de aliviar la carga financiera del hogar.
A pesar de las circunstancias, el gesto de la comunidad ha asegurado que Roelbis pueda dejar de vender tamales y dedicarse a disfrutar de su infancia. Con solo 9 años y próximo a cumplir 10 en octubre, ‘Titingo’ se ha convertido en un símbolo del esfuerzo y la resiliencia, pero también de la generosidad que puede surgir en momentos de necesidad.