Nuevos detalles sobre el cubano abatido por policías españoles en La Coruña

La Policía Nacional de España realizará una investigación luego de que uno de sus elementos abatiera a un cubano involucrado en un acto de vandalismo. (Captura de pantalla © El Debate – YouTube)

El cubano abatido por policías españoles, tras ser visto vandalizando vehículos en La Coruña, fue identificado como Henry Casimiro, de 34 años. Según el diario La Voz de Galicia, este hombre contaba con la nacionalidad española y tenía problemas de salud mental.

Previo al fatal enfrentamiento ocurrido en la mañana del pasado lunes, la Policía Nacional de España recibió el reporte sobre un hombre que estaba rompiendo los cristales de automóviles en el polígono de A Grela.

Los agentes intentaron detenerlo utilizando pistolas eléctricas taser, pero estas resultaron ineficaces debido a la cantidad de ropa que llevaba el individuo, quien intentó atacar a los policías con una barra de hierro.

El cubano se lanzó hacia uno de los agentes que había caído al suelo. Este oficial respondió disparando a las piernas para contenerlo; sin embargo, la acción no resultó y finalmente hizo otra detonación que causó la muerte del individuo.

El medio de prensa reveló que este sujeto había sido ingresado a un hospital días antes debido a un incidente en una calle. Además, lo habían localizado en La Coruña durante la semana pasada, luego de que su familia denunciara su desaparición en Torrejón de Ardoz, Madrid.

Las autoridades llevan a cabo una investigación interna exhaustiva para esclarecer todos los detalles de la intervención que culminó con la trágica muerte de Henry. El Sindicato Unificado de Policía de España ha ofrecido apoyo jurídico y psicológico a su compañero involucrado en el incidente.

El informe completo abordará los incidentes previos del ciudadano, la secuencia de eventos y los testimonios de otros policías que participaron en la persecución del antillano antes de los disparos.

Un compañero del agente que utilizó el arma de fuego en este caso comentó al diario que el empleo de una pistola eléctrica es bueno si su uso es efectivo y logra paralizar a un sospechoso. “Pero si eso falla, tienes al agresor más cerca y ya no tienes margen de maniobra. Intervenciones con gente violenta tenemos todos los días”, agregó.

Daysi Esther Casimiro Ferrer, madre del abatido, comentó a La Voz de Galicia que su hijo padecía de esquizofrenia paranoide y una discusión le provocó un brote psicótico que lo descompensó. Asimismo, agregó que él había estudiado en Londres y vivía con su pareja en Segovia, donde trabajaba como guía turístico.

“Ahora me toca enterrarlo, llorarlo, hacer mi duelo, y después ponerme en pie y luchar para que se haga justicia”, comentó la madre, además de reafirmar que su hijo no era un indigente.