Pacientes cubanos de hemodiálisis y oncología: sin aire acondicionado ni ventilador

Para nadie es un secreto que son muchos los centros de atención hospitalaria en Cuba que presentan problemas crónicos de deficiencia y desatención, un flagelo que termina perjudicando a los cubanos que buscan esa «salud gratuita» de la que tanto se vanagloria el Gobierno.

Un ejemplo de ello son las denuncias que han realizado a la prensa nacional algunos pacientes, quienes informaron sobre la ausencia de aires acondicionados y ventiladores en centros oncológicos y de hemodiálisis.

Clara Oliva Aponte, tía de uno de los pacientes renales que se atienden en la Sala de Nefrología del hospital Celia Sánchez Manduley, ubicada en la ciudad de Manzanillo, explicó a la sección Acuse de Recibo del periódico Juventud Rebelde que la falta de aire acondicionado se encuentra afectando notablemente a los pacientes de dicha institución.

Según dice, los enfermos se ven obligados a reducir el tiempo de las sesiones de diálisis que les corresponde recibir, al no poder soportar las altas temperaturas a las que se deben someter durante el tratamiento.

Aponte comentó que son aproximadamente cinco los pacientes (más las licenciadas de enfermería y otros miembros del personal médico) los que se internan en un cubículo durante las tres o cuatro horas que dura el proceso de diálisis, y el calor que se vive dentro es insoportable.

Muchos de estos enfermos deben viajar hasta centros de atención situados en localidades más lejanas, para poder recibir el tratamiento en un lugar donde sí existan condiciones.

El problema también afecta el mantenimiento de los equipos, los cuales poco a poco se van deteriorando a consecuencia de las altas temperaturas, que por estos días han llegado a rozar los 40 grados Celsius.

Una denuncia parecida es la que realiza desde La Habana la paciente oncológica Milagros de la Caridad Hernández Alonso, quien ha recibido desde el año 2002 tratamientos de radioterapias, quimioterapias y cirugías en el Instituto Nacional de Oncología y Radiología (INOR).

En este lugar, desde el pasado 8 de abril de se encuentra sin ventiladores, de manera que la personas enfermas que acuden al centro hospitalario deben sufrir las horas que esperan en el lugar donde el calor que empeora sus dolencias.

Hernández señala que en vista de la situación han presentado su queja con el jefe de turno y con Atención a la Población del hospital; sin embargo las soluciones brillan por su ausencia.

“Nos dijeron ¡que no había CVP para cuidarlos! Hoy 24 de junio no hay ventiladores… y hay CVP. En estos momentos, el calor es desesperante. Las altas temperaturas y la humedad hacen insoportable esta espera. Somos pacientes oncológicos, combatiendo esta  enfermedad durante muchos años. Largas horas de espera… Mi suero es de los últimos casi siempre, ¡y sin ventilador!”, escribió.

La presencia de aires acondicionados y ventiladores en los centros de salud, más allá de ser un lujo o una comodidad resulta una necesidad y una medida sanitaria, debido a que por medio del mantenimiento de un ambiente fresco se disminuya la presencia de microorganismos que propicien un ambiente séptico en el lugar.

Estas medidas resultan de especial necesidad para pacientes que se encuentran inmunocomprometidos (como los pacientes renales u oncológicos), pues presentan una mayor tendencia a empeorar sus cuadros clínicos que por sí solos son graves.