«Pagador de promesa» llega al Cobre acompañado de Buena Fe

Omar Quintero Montes de Oca, conocido como “el pagador de promesas”, llegó esta tarde al Santuario del Cobre, en la provincia de Santiago de Cuba. En su entrada estuvo acompañado por el cantante pro-gobierno, Israel Rojas, de la agrupación Buena Fe.

Rojas cantó a capella ‘Valientes’, una canción que su letra dice: “¿Qué estoy haciendo aquí? Amando a este país como a mí mismo” y el videoclip tiene como protagonista al personal médico cubano en el enfrentamiento a la pandemia de la COVID-19.

Omar llevaba un pullover con el rostro de su hijo grabado. Mientras el intérprete entonaba, el público tarareaba el coro con celulares en mano y “el pagador de promesa” lloraba.

“No fue fácil llegar hasta el Cobre”–dice Israel en una publicación en Facebook–. “Hay quien no sabe que fui hasta allá porque Omar me lo pidió personalmente. (…) quien no sabe lo que me costó desde todo punto de vista. Hay quien no sabe por qué Omar ha caminado tanto. Y obviamente, al no saber, no entienden la razón de la credibilidad y el cariño que le profesó la gente en cada poblado”.

A su vez, aprovechó la oportunidad para lanzarles una indirecta a todas esas personas que no confiaron en la veracidad de la historia de Omar, o que cuestionaron su apoyo a la dictadura, a Díaz Canel y a Fidel Castro.

“Pan y Circo, gritan los que no entienden la vida más allá de su anemia emocional. Otros que no pueden entender el mundo sin la mediación del dinero y el interés material. A esos los conozco. Son los mismos que dicen: fuimos tu público y nos defraudaste”, escribió.

El 26 de febrero pasado, la agrupación había comunicado en su cuenta oficial de Facebook que, a petición de Omar, estarían junto a él en el Cobre.

En su paso por la segunda ciudad más grande de Cuba, “el pagador de promesa” se encontró con el músico Cándido Fabré, también defensor del régimen. Además, fue seguido por el periodista oficialista Abdiel Bermúdez para un futuro reportaje en el Noticiero Nacional de Televisión.

Montes de Oca, de 56 años de edad, salió de La Habana el 15 de enero para cumplir una promesa que había hecho por su hijo diez años atrás. Recorrió 873 kilómetros a lo largo de Cuba.

En su trayecto lo aclamaron miles de personas. Incluso, muchos lo trataron como un santo o milagroso, pues hasta le llevaron personas enfermas para que él “pusiera su mano”.