Paralizada la creación del Salón de la Fama del Béisbol Cubano

A menos de 48 horas para la celebración del II Coloquio Museo y Salón de la Fama del Béisbol Cubano que sería celebrado en los salones del estadio latinoamericano, la Dirección Nacional del Béisbol en Cuba emitió una nota donde cancelaba la ponencia.

En su opinión aún falta “para lograr la debida institucionalización del Museo y Salón, del Premio Martín Dihígo, de la Comisión de Cronistas e Historiadores del Béisbol y es necesario profundizar en los análisis sostenidos y ampliar el asesoramiento”.

Varias han sido las reacciones entre los periodistas especializados, jugadores y amantes de ese deporte en general. En el caso de los periodistas oficialistas que sus medios de prensa le permiten escribir sobre el tema, pero sin ir a la causa raíz de todos los males, se encuentra Joel García quien hace horas publicó un trabajo donde se pregunta:

“¿Acaso la dirección política del país no acaba de enseñarnos que hizo modificaciones claves en la economía hace unos años y ahora es que la recogeremos con todo el rigor jurídico e institucional en el Anteproyecto de Constitución que acaba de ser consultado con todo el pueblo? ¿Por qué posponer debates académicos e históricos sobre un tema de tanta trascendencia deportiva, con exaltación incluida, si los pasos firmes y definitivos también pueden sobrevenir del intercambio con los especialistas que más han estudiado la historia del béisbol cubano?”

Por su parte, el más entusiasta organizador y promotor de la historia del béisbol cubano antes y después de la “revolución” mediante su programa en la televisión cubana “Béisbol de Siempre”, Yasel Porto colgó un intenso comentario en su cuenta de Facebook.

Este post ha tenido una extensa repercusión a solo horas de ser publicado y muchos lo compartieron en su perfil personal, como es el caso de la jubilada periodista cubana Julita Osendi, quien anda visitando a sus hijos en EEUU.

“Es un nuevo escón, un nuevo ponche, una nueva pifia para la pelota cubana. ¿Hay que analizar tanto para que Pacheco, el Duque, Contreras estén ahí, en el lugar con creces ganado? ¿Qué otras razones impiden su realización?”, se preguntó Osendi.

La verdadera razón detrás del aplazamiento de una nueva exaltación al salón de la fama del béisbol cubano es que tocaba elegir a grandes figuras que hicieron época en las décadas del 70, 80 y 90 que ya no se encuentran en Cuba, pues decidieron establecerse en los EEUU.

Tal es el caso de Antonio Pacheco, Orestes Kindelán, y las familias Gurriel y Mesa, entre otros. Para el gobierno cubano, que los llama traidores, es inadmisible que las personas abandonen su doctrina. Pero el beisbol es del pueblo y no de un gobierno que se arroja el derecho de decidir sobre bases de afinidades políticas, quién es merecedor de un reconocimiento deportivo.

Con información de Cibercuba