Policía rodea la casa de Yunior García Aguilera para impedir que marche

Yunior García, líder de Archipiélago, denunció en vivo por Facebook que este domingo su casa amaneció cercada por la policía para evitar que marche en solitario, como había anunciado hace unos días.

“Está rodeado todo el edifico de agentes de la Seguridad del Estado vestidos de civil, haciéndose pasar por pueblo, como suelen hacer. Hay carros en todas las esquinas y grupos en el paso de escalera”, denunció el activista.

Contó que hicieron un acto de repudio a la prensa que llegó hasta el lugar. Los obligaron a irse con gritos y amenazas. “Estamos viviendo días muy feos en Cuba. Lamentablemente, estamos volviendo a los peores tiempos; a los tiempos que los artistas conocen bien: al quinquenio gris, a aquel odio terrible ente cubanos”.

En su primera transmisión en vivo, Yunior denunció cómo el régimen permite a los jóvenes favorables a la “revolución” reunirse en el Parque Central y bloquear la estatua de José Martí “que es de todos”. “Ellos tienen derecho a manifestarse pero el resto también”.

Aseguró estar listo para salir de su casa, vestido de blanco y con una rosa de ese color, a pesar del cerco y la violencia alrededor de su vivienda.

“Hemos visto como esa violencia y esa discriminación crecen en un país que ya no es un estado de derecho; es una tiranía. Yo confío en los cubanos y los estoy invitando a que sin odio aprendamos a construir un país que realmente sea de todos, sin excluir a nadie”, señaló.

El líder de Archipiélago confesó no considerar a sus represores como enemigos porque ellos tienen derecho a pensar diferente, como el resto de los residentes en la Isla. “Se tiene que acabar un país con tanta división porque ellos no son los dueños, porque le pertenece a todos los ciudadanos”.

Pidió a los cubanos dar un aplauso a las 3:00 p.m. por ellos mismos, por el pueblo, por las ganas de libertad. Nos hemos pasado mucho tiempo haciéndolo por otros, afirmó. “Eso no es un delito”.

“Puedo estar detenido en unas horas; lo enfrentaré con dignidad. Confío en que este pueblo cambió, en la conciencia de los cubanos. Tengo fe en eso. Un abrazo bien grande”, concluyó el líder que insiste caminar en silencio a las tres de la tarde por la avenida 23 del Vedado habanero, desde el Parque Quijote hasta el malecón, portando únicamente una rosa blanca.