Burocratismo peruano impide que el cadáver de una cubana sea retirado de la morgue

Xiomara García falleció en Perú y no tiene familiares para el reclamo de su cuerpo. (Collage: Captura de pantalla)

El cadáver de una cubana, identificada con el nombre de Xiomara García, cumplió tres meses en una morgue de Perú a causa de una situación burocrática que impide la debida sepultura o incineración.

El medio local RPP Noticias compartió el caso de la antillana, quien vivió más de seis décadas en el país sudamericano y a la fecha no ha aparecido algún familiar para el reclamo del cuerpo.

García falleció en agosto pasado cuando se encontraba en su casa, situada en el jirón Azángaro, un barrio situado en el Centro de Lima. La cubana prácticamente había quedado sin familiares en Perú tras la muerte de su esposo hace unos años.

Sus amistades en Lima han hecho todo lo posible para recuperar el cadáver y proceder al entierro o incineración, pero el fiscal a cargo del caso niega la entrega por falta de una relación de parentesco.

“El fiscal sigue diciendo que no me entrega el cadáver, porque no soy familia directa; pero sí ha dispuesto que sus cosas materiales sean dados a la Beneficencia Pública y el cadáver sigue tirado en la morgue”, denunció Violeta Flores, una amiga de la antillana.

La mujer comentó que presentaron fotografías para evidenciar la amistad que existía con la cubana, sin embargo, esto no fue suficiente para la autorización, ni siquiera se aceptó una firma de vecinos decididos a hacerse cargo del cuerpo.

“Desde el comienzo dijo que no me entregaba porque no era familiar directa. He presentado evidencia de la relación de amistad, firmas de vecinos, fotos y aun el fiscal me dijo que va a entrar en investigación”, comentó Flores, quien fue amiga de Xiomara por más de 40 años.

En medio de este lío burocrático, el párroco de la Iglesia San Pedro, donde solía acudir la cubana, dijo que se encuentra dispuesto a recibir las cenizas de la fallecida para depositarlas en las instalaciones de este centro religioso.

Además, los amigos de la cubana tienen que pagar una cuota diaria para la permanencia del cadáver en la morgue.